El primer cargamento de cereales ucranianos arribó este martes por la noche a la costa norte de Estambul en el Mar Negro, Türkiye, informó la agencia de noticias AFP.
Se trata de una carga de 26.000 toneladas de maíz que tienen como destino final Líbano, enviadas en el barco Razoni, con bandera de Sierra Leona, que zarpó el lunes del sureño puerto ucraniano de Odesa.
De acuerdo con France24, en la capital de Türkiye la embarcación será revisada por una delegación compuesta por representantes turcos, rusos, ucranianos y de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El almirante turco Özcan Altunbulak, jefe del Centro de Coordinación Conjunta (CCC) que supervisa estas operaciones de exportación, señaló que este envío recibió el visto bueno de Naciones Unidas, la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea.
Además, explicó que la inspección solicitada por Moscú busca verificar la naturaleza del cargamento.
AFP informó que las inspecciones forman parte de los acuerdos firmados por Ucrania y Rusia a través de la mediación de la ONU y Turquía el 22 junio de este año que permitirán la salida de 22 millones de toneladas de cereales ucranianos bloqueadas desde el 24 de febrero.
En este acuerdo también se contempla que Rusia podrá exportar sus cereales y fertilizantes. Además, los buques podrán navegar por corredores seguros, reseñó Télam.
Ahora bien, el Ministerio de Defensa de Türkiye informó que otras 16 embarcaciones zarparán con alimentos luego de este primer envío. Dichas embarcaciones permanecen varadas en el puerto de Odesa tras la crisis entre Ucrania y Rusia.
Por su parte, el Banco Mundial publicó este martes un informe a través del cual señala “el cargamento del Razoni apenas modificará el escenario de creciente inseguridad alimentaria en todo el mundo, dominada por los precios récord que gatillaron una crisis global que conducirá a millones de personas a la pobreza extrema".
Sin embargo, el Banco Mundial señaló que esta crisis alimentaria no solamente se debe a la crisis en Ucrania sino también a los inconvenientes en las cadenas de suministros internacionales y a los persistentes efectos de la pandemia por la Covid-19.
