El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que las personas que acompañaron la multitudinaria marcha rosa, ayer domingo, para protestar por las leyes electorales recién aprobadas, representan “una vanguardia y una élite de los sectores conservadores del país”.
Según los organizadores más de 100.000 personas salieron a las calles de la capital mexicana y otra decena de ciudades del interior del país para protestar las leyes recién aprobadas que consideran restringen al instituto electoral del país.
Vestidos de rosa -el color oficial del órgano de supervisión electoral- los manifestantes llenaron el Zócalo de la capital y gritaron: “¡El voto no se toca!”.
López Obrador desestimó la asistencia (“tienen que mover más gente todavía”, dijo) y reafirmó que la reforma no afectará la democracia.
“La mayoría han participado en los gobiernos anteriores han sido defensores de los fraudes electorales, han formado parte de la corrupción en México, han permanecido al narcoestado que como ha quedado de manifiesto con lo de García Luna se impuso durante dos sexenios, el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón”, señaló el presidente.
Para respaldar su tesis, mostró fotografías de algunos opositores y ex funcionarios que participaron. Uno de ellos, el empresario Claudio X González, fue protagonista de la organización. También se refirió a la periodista Beatriz Pagés Rebollar, el ministro retirado de la Corte, José Ramón Cossio Diaz y el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.
Mientras el presidente argumenta que los cambios van a ahorrar millones de dólares (US$271 millones solo en la primera elección) y mejorarán el sistema de votación, la oposición advierte que limitará las facultades de supervisión y sanción del organismo electoral.
El cambio plantea la reestructuración del Instituto Nacional Electoral (INE), lo que implica la liquidación de trabajadores especializados en materia electoral (eliminaría 300 Juntas Ejecutivas Distritales y reduciría la estructura de 32 Juntas Ejecutivas Locales) y la remoción anticipada del Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina.
Aunque la nueva iniciativa no modifica las facultades del INE para integrar el padrón y la lista nominal de electores; sí plantea cambios a los procesos de organización electoral y cambio en las fechas de inicio del proceso electoral.
Cabe destacar que es la segunda vez en los últimos cuatro meses que la oposición se manifiesta en apoyo al instituto de vigilancia electoral, que el presidente y sus seguidores aseguran se ha convertido en una burocracia inflada cooptada por intereses políticos.
