La asociación Euforia Familias Trans Aliadas presentó una denuncia por presunto delito de odio en el caso de Daniela, una joven transexual de 23 años que se suicidó en abril de 2022.
Los padres de Daniela, quienes la enterraron con su nombre anterior a la reasignación de género en el cementerio alicantino de Aspe, están siendo acusados de utilizar una foto y el nombre previo a la transición en su lápida, ubicada en el panteón familiar. Amigas de la chica afirman que fue sometida a terapias de conversión y hospitalizada en un centro psiquiátrico contra su voluntad, refirió un artículo publicado en el diario ABC de España.
La entidad denunciante alega que la víctima había cambiado legalmente su nombre en el Registro Civil al no identificarse con su ‘deadname’.
Nacida en Chile, fue adoptada por una familia española a los dos años y, a los 11, empezó a cuestionar su orientación sexual hasta identificarse como mujer trans, algo que sus padres no aceptaron.
En 2017, inició un tratamiento especializado, lo que generó conflictos familiares y la pérdida de la tutela. A los 18, comenzó una nueva vida en Madrid, donde trabajó y solicitó el cambio de nombre en el registro. Un año después, se suicidó y fue enterrada con su antiguo nombre en el panteón familiar.
La asociación Euforia basa su denuncia en posibles infracciones de la Ley de Igualdad de Lgtbi de la Comunidad Valenciana, la Ley Zerolo para la igualdad de trato y no discriminación, y la Ley de enterramientos en cementerios municipales.
Argumentan que estos actos constituyen un delito de odio e injurias hacia un colectivo protegido y buscan que la denuncia sea tramitada, admitida por el Ministerio Fiscal y que se emprendan acciones legales contra los padres de Daniela, según el abogado de la asociación, Saúl Castro.
Con información de ABC de España