En un mundo donde las pantallas recreativas son omnipresentes, desde películas y series hasta videojuegos y redes sociales, la capacidad lectora de los niños está en declive, advierten expertos en educación, citados por el diario El País de España.
Según los últimos datos de las evaluaciones internacionales PISA, el 75% de los alumnos de 13 años en España no alcanza más allá del nivel «básico» de comprensión lectora, mientras que el 51% se sitúa incluso en un nivel «bajo», con dificultades para entender textos simples.
Solo el 5% muestra un nivel «avanzado», capaz de identificar y resumir ideas implícitas en textos complejos. Estas cifras son comparables a la media de la OCDE y desde 2015, los alumnos españoles de secundaria han perdido un año de aprendizaje.
Según expertos, este fenómeno se debe en gran parte a la predominancia de las pantallas en la vida diaria de los niños. Como señala el catedrático de Lengua Castellana y Literatura, Juan Manuel Gil, citado por El País: «nuestros hijos están sometidos al yugo adictivo de las omnipresentes pantallas recreativas, lo que influye directamente en su capacidad lectora y, por ende, en su desarrollo cognitivo». Como demuestran numerosos estudios, la habilidad lectora está estrechamente ligada al tiempo dedicado a la práctica de la lectura.
En palabras del mismo Gil, «en tiempos pasados se utilizaba la palabra escrita como principal vehículo de comunicación, pero en el mundo moderno, los niños se ven cada vez más absorbidos por los medios audiovisuales».
Sin embargo, este cambio en la forma de consumir información tiene implicaciones significativas en el desarrollo del lenguaje. «El libro está desprovisto de contexto. Solo tiene palabras como soporte», explica Gil. «Esto explica por qué la exposición a la palabra escrita es crucial para desarrollar un lenguaje avanzado, sin el cual no puede construirse ningún pensamiento complejo».
Aunque algunos defienden la idea de que las generaciones más jóvenes leen más gracias a internet, la realidad es diferente. Según datos recientes, el tiempo de lectura en internet, incluyendo redes sociales, blogs y correos electrónicos, no supera el 3% del tiempo de pantalla de los jóvenes de 8 a 18 años.
En cambio, las actividades audiovisuales constituyen entre el 40% y el 50% de su tiempo en pantalla. Además, el contenido digital consumido suele ser de baja calidad lingüística y conceptual.