Este miércoles los familiares de Armando Medina informaron que luego de estar en cama por tres años tras una intoxicación por alcohol adulterado, finalmente falleció.
El tatuador venezolano de 34 años sufrió daños severos a nivel cerebral luego de haber consumido metanol en un viaje hacia la Isla Saona en República Dominicana.
Durante los años de la pandemia del covid-19, la escasez de algunos productos llevó a productores clandestinos a usar metanol para fabricar alcohol adulterado.
Su esposa, Ainhoa Garate, contó que en ese momento él tomó mucho «de un ron que no era conocido», dispensado por la tour operadora con la que contrataron la excursión.
Es al segundo día, después de la excursión, que van al médico porque los síntomas eran mayores. Cuando lograron ingresarlo en una clínica convulsionó y entró en coma.
Inicialmente Medina acusó dolores de cabeza, náuseas, visión borrosa y problemas para respirar, que su esposa llegó a confundir con una resaca.
Las autoridades de Salud Pública asumieron los gastos médicos, mientras que a Ata Excursiones, la agencia que le vendió la excursión, le fue suspendida su licencia.
Su condición era de cuadripléjico sin ninguna movilidad, sin embargo con el tiempo fue recuperando la movilidad de sus extremidades y dejó de ser alimentado a través de sondas y respiraba por sí solo.
Este martes la familia de Medina solicitó desesperadamente una ayuda para localizar una cama en terapia intensiva, pues el joven estaba ingresado en un centro de salud por la complicación de su cuadro clínico, hasta que finalmente falleció en Santo Domingo.
