La aerolínea alemana Lufthansa, anunció el jueves 1 de septiembre que deberán cancelar 800 vuelos en los aeropuertos de Frankfurt y Múnich debido a una huelga de pilotos, lo cual afectará a unos 130.000 pasajeros.
Esta protesta obedece a que los pilotos exigen una compensación salarial, pues como consecuencia de la alta inflación en el país, el salario de los trabajadores ha sido afectado.
La aerolínea le ofreció a los pilotos un aumento salarial de 900 euros mensuales por 18 meses; el director de recursos humanos de la aerolínea, Michael Niggemann declaró que "los empleadores ofrecieron una propuesta muy buena y socialmente equilibrada, a pesar de los efectos de la crisis de Covid y las perspectivas inciertas para la economía global”. Sin embargo la propuesta fue rechazada por los pilotos.
Los pilotos, tenían un sueldo anual bruto de 81.000 euros para los principiantes y para los más veteranos, 288.000 euros brutos anuales.
Niggemann, ante el rechazo de la propuesta salarial, afirmó, "no comprendemos la convocatoria de huelga del sindicato VC (Vereinigung Cockpit). La empresa ha hecho una oferta muy buena y equilibrada socialmente pese a que la crisis del coronavirus continúa repercutiendo y a las perspectivas inciertas para la economía mundial".
El sindicato exige un aumento salarial del 5,5% para este año y una compensación por inflación a partir de 2023. Además piden más dinero para enfermedad, vacaciones y formación paga. Todo esto supone más de 900 millones de euros según Lufthansa.
Un portavoz de los pilotos declaró que "las negociaciones han fracasado porque la empresa sí que acudió el martes a la cita para negociar, pero no la aprovechó para acercarse a las demandas del sindicato con una oferta mejorada”.
