El presidente brasileño, Luiz Inácio da Silva, firmó una medida provisional que tiene como objetivo abrir un crédito extraordinario de 640 millones de reales (126 millones de dólares), con los que se prevé proteger a los pueblos indígenas y sus territorios.
Aunque el monto aún debe ser aprobado por el Congreso, Lula busca cumplir las peticiones del juez Luís Roberto Barroso, quien puso en marcha un plan para retirar a todos los mineros ilegales de las tierras indígenas y oficialmente luchar contra la crisis humanitaria que sufren las comunidades indígenas, como los yanomamis.
El secretario ejecutivo del Ministerio de los Pueblos Indígenas, Eloy Terena, consideró como ‘’un avance importante’’, la liberación del crédito.
Minería, alimentación e inspección
La mayor parte del crédito abierto por la medida provisional 1168/23, se destinará a la Fundación Nacional del Indio (Funai), organismo vinculado al Ministerio de los Pueblos Indígenas, para la fiscalización de tierras indígenas y el combate a la minería ilegal.
Por su parte, el Ministerio de Desarrollo Social recibirá parte del dinero para pagar la distribución gratuita de alimentos y grupos de apoyo para proyectos de inclusión productiva de los pueblos indígenas.
El resto del dinero se distribuirá entre los Ministerios de Defensa, Justicia y Medio Ambiente.
Tras asumir su tercer mandato en el país el pasado mes de enero, Lula resaltó su compromiso para defender los territorios indígenas y luchar contra la minería ilegal que acecha las zonas.
Gracias a esta tarea, la Policía Federal ha desmantelado en solo un mes más de 200 campamentos clandestinos en las reservas indígenas Yanomami, por lo que miles de mineros han abandonado la región.
