Brasil celebró este domingo el primer debate televisado entre el actual presidente Jair Bolsonaro y el candidato a la presidencia Luiz Inácio Lula da Silva, cuya característica principal es que entre ambos se intercambiaron duras acusaciones en un encuentro que muchos analistas consideran que fue agresivo.
Bolsonaro comenzó su discurso acusando al fundador del Partido de los Trabajadores (PT), de haber comandado entre 2003 y 2010, el gobierno "más corrupto de la historia" por los desvíos en la estatal Petrobras en el caso Lava Jato.
En momento del debate, el primer mandatario llamó dos veces “expresidiario" a Lula, quien respondió que él está “más limpio que el presidente y su familia", en este sentido prometió que de llegar a la presidencia, eliminará los decretos con secretos de Estado firmados por Bolsonaro.
Lula, con 76 años de edad, destacó que su Gobierno entre el 2003 y 2010, fue el más transparente y el que realizó más avances en lo social y económico, lo que mejoró la vida de millones de brasileños para salir del umbral de la pobreza. A su vez, acusó a Bolsonaro de haber “abandonado” el pueblo durante su gestión.
Es la primera vez que los dos políticos que lideran la preferencia del electorado brasilero, se miden cara a cara en debate televisado; el encuentro se realizó en la emisora del barrio de Morumbí de San Pablo, en la cual también estuvieron los candidatos Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), la senadora Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB) del expresidente Michel Temer; la senadora Soraya Thronicke, de Unión Brasil, del exjuez Sergio Moro; y Felipe D'Avila, del libertario Partido Novo, ex bolsonarista.
El actual jefe de Estado escenificó un momento de tensión al insultar a la periodista Vera Magalhaes, que preguntó sobre el rol del Gobierno en la situación de la pandemia de la Covid-19, a lo que Bolsonaro respondió con un ataque a la comunicadora, le dijo que "era una vergüenza para el periodismo".
Numerosos periodistas manifestaron a través de sus redes sociales su repudio por la actitud del primer mandatario y apoyaron la labor de la periodista por su intervención en el debate.
En este punto, Lula acusó a Bolsonaro de no "derramar una sola lágrima" por los muertos por la pandemia y lo cuestionó por el negacionismo con la vacuna que ha salvado millones de vidas. También el candidato Tebet acusó al jefe de Estado del supuesto caso de corrupción en el Ministerio de Salud, para adquirir anticipadamente en un paraíso fiscal la vacuna india Covaxin.
En una de sus intervenciones, Bolsonaro le echó en cara a Lula sus relaciones con otros líderes del continente; "miren hacia dónde va la Argentina, el presidente de Argentina visitó a Lula en la cárcel. Hoy 40 por ciento de la población argentina está en la miseria. Lula apoyó al candidato que en Chile incendiaba el metro, en Colombia al candidato que está a favor de liberar las drogas y los presos. Lula apoya a Daniel Ortega en Nicaragua persiguiendo a religiosos", subrayó.
Minutos después, el exmandatario Lula centró su discurso en la defensa del medioambiente y la Amazonia y a su vez, defendió las políticas de inclusión social y de generación de empleo, por lo que prometió una reforma en la legislación para permitir derechos laborales al sector informal.
"El pobre volverá a ser respetado, no es posible que un trabajador entregue comida sin poder comprar qué comer. Hay que legalizar la vida de ese ciudadano y darle ciudadanía. La esclavitud terminó en 1888. Nada de esclavitud del siglo XXI", puntualizó el fundador del Partido de los Trabajadores (PT).
La campaña electoral inició el pasado 16 de agosto, y aunque las encuestas prevén un escenario muy polarizado, Lula, lidera la carrera electoral con 47% de la intención de voto contra 32% de Bolsonaro, según una encuesta del Instituto Datafolha publicada el 18 de agosto.
