La muerte de Mahsa Amini -de 22 años- en custodia de la policía por supuestamente llevar mal el velo ha desatado una ola de fuertes protestas en Irán.
Mujeres iraníes que participaron en las protestas se quitaron sus hiyab (pañuelos o velos) en plena calle, algo prohibido en Irán.
En Teherán y otras localidades del país se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y policía. Las protestas fueron reprimidas por las autoridades con porras, gases lacrimógenos y cañones de agua.
De hecho, tres personas murieron el lunes después que las fuerzas de seguridad abrieran fuego contra hombres, mujeres y niños que protestaban en la provincia de Kurdistán por cuarto día consecutivo, según denunciaron organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Centenares de jóvenes de ambos sexos han protestado en universidades y el céntrico bulevar de Keshavarz de Teherán gritando "justicia, libertad, no al hiyab obligatorio".
El grupo kurdo de derechos humanos Hengaw declaró que al menos 38 personas resultaron heridas en las dos ciudades.
El gobernador de Teherán, Mohsen Mansouri, tuiteó el martes que las protestas están "totalmente organizadas con el propósito de crear disturbios".
La televisión estatal iraní alegó que la muerte de Mahsa Amini estaba siendo utilizada como una "excusa" por los separatistas kurdos y los críticos del sistema.
Paralelamente, Naciones Unidas instó a los líderes iraníes a permitir las manifestaciones pacíficas e iniciar una investigación imparcial sobre la muerte de Amini.
Por su parte, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, criticó en la Asamblea General de la ONU la política de doble rasero de algunos países sobre los derechos humanos “los cuales no se limitan a ciertas personas y su respeto se debe aplicar a todos por igual.
El gobernante condenó el uso de organizaciones internacionales como herramienta para llevar adelante objetivos políticos y enfatizó en que su país no tolera ningún tipo de relación basada en la opresión, sino lo que pretende es que sean respetados los derechos de la república islámica.
Recordemos que Amini, la joven asesinada, pertenece a la etnia kurda y es originaria de la ciudad occidental de Saqqez, en la provincia de Kurdistán.
Fue detenida el pasado martes a la salida de una estación de metro de Teherán por la policía religiosa islámica iraní, llamada oficialmente Gasht-e Ershad (Patrullas de Orientación).
La mujer había acudido a la capital a visitar a la familia. La acusaron de infringir la ley que obliga a las mujeres a cubrirse el cabello con un pañuelo y los brazos y las piernas con ropa holgada.
Los testigos acusaron a los agentes de golpear a Amini mientras estaba dentro del furgón policial que la llevó a un centro de detención.
