Este lunes, los magistrados de la comisión de instrucción francesa, decidieron que Alexis Kohler, el colaborador más cercano del presidente, será juzgado por un caso de ‘’conflicto ilegal de intereses’’ sobre sus vínculos con el armador ítalo-suizo con sede en Ginebra, Mediterranean Shipping Company (MSC).
En un comunicado, el fiscal nacional financiero Jean François Bohnert, confirmó que el miembro del Ejecutivo será juzgado por la Corte de Justicia de la República, un tribunal encargado de los procesos de los presuntos delitos cometidos por ministros durante el ejercicio de sus funciones.
El abogado del acusado, Éric Dezeuze, rechazó que su cliente haya cometido algún tipo de delito, asegurando que los hechos por los que fue imputado por toma ilegal de intereses se ‘’remontan a más de diez años’’.
‘Sin tomar en consideración en esta etapa los numerosos elementos objetivos de descargo, se colocó a Alexis Kohler bajo el estatus de imputado por toma ilegal de intereses por hechos que pueden remontarse a más de diez años’, explicó también Dezeuze, alegando que “el resto del procedimiento, al que ahora tiene acceso le permitiría demostrar su inocencia”.
La compañía MSC, fundada y dirigida por los primos de la madre de Kohler, la familia Aponte, es un cliente distintivo de STX France (conocido actualmente como Chantiers de l’Atlantique, el astillero naval de Saint Nazaire).
El caso contra el secretario general, surgió tras la publicación en 2018 de múltiples artículos de Mediapart. La fiscalía nacional Financiera había abierto una averiguación previa, que había cerrado en agosto de 2019, indicando que el análisis de los elementos obtenidos ‘’no permitía caracterizar los delitos inicialmente sospechados’’.
Fue en junio de 2020 cuando la asociación anticorrupción, Anticor, logró el relanzamiento de las investigaciones debido a una denuncia con acción civil, que la mayoría de las veces permite la designación de un juez de instrucción.
El alto funcionario del Ejecutivo de 49 años es la mano derecha del presidente Macron desde su primera elección en 2017. Luego de conocerse la imputación, la presidencia francesa indicó que el secretario general seguirá en el cargo.