Este lunes ha marcado el inicio de una nueva era para Alemania con la entrada en vigor de la normativa aprobada por el Consejo Federal Alemán ‘Bundesrat’ el pasado 22 de marzo, despenalizando el uso recreativo de cannabis para mayores de 18 años, según informó 20 Minutos.
Una multitud de activistas y simpatizantes de la ley celebraron este cambio legal en un evento denominado ‘Smoke-In’, llevado a cabo frente a la Puerta de Brandeburgo en la capital del país.
A partir de ahora, los adultos en Alemania pueden poseer legalmente hasta 50 gramos de cannabis seco en sus hogares y hasta 25 gramos en público para uso personal. Sin embargo, el cultivo y la distribución están permitidos únicamente en asociaciones de cultivo, también conocidas como Clubes Sociales de Cannabis.
Los consumidores pueden adquirir cannabis para uso recreativo si son miembros de estos clubes específicos, pero no se les permite consumirlo en el local.
Además, desde este lunes, cada adulto puede poseer hasta tres plantas de cannabis para su uso doméstico, mientras que el consumo en espacios públicos está sujeto a ciertas restricciones, como horarios específicos después de las 19:00 horas y a una distancia mínima de 100 metros de los centros escolares.
Este paso legislativo coloca a Alemania en línea con otros países europeos como Malta en 2021 y Luxemburgo en 2023, pero contrasta con el enfoque adoptado por Francia y los Países Bajos, donde el consumo de hachís sigue siendo ilegal pero tolerado, especialmente en los ‘coffeeshops’.
El ministro de Salud alemán, Karl Lauterbach, argumentó que la ley tiene como objetivo combatir el tráfico ilegal de marihuana en el país y garantizar un producto seguro y de alta calidad para los consumidores.
Además, a partir del 1 de julio, la normativa experimentará un nuevo desarrollo que permitirá a los Clubs Sociales de Cannabis cultivar colectivamente y suministrar marihuana a sus miembros.
Estos clubs, asociaciones sin ánimo de lucro, ofrecen la posibilidad de cultivar cannabis a un máximo de 500 personas, residentes en Alemania desde al menos seis meses, en un entorno controlado y regulado.
Sin embargo, la nueva ley también ha generado críticas y preocupaciones. La Policía ha expresado su oposición, considerándola un «monstruo burocrático» con regulaciones poco sistemáticas que podrían generar incertidumbre en sus labores.
Además, la Federación de Jueces Alemanes prevé un aumento de la carga de trabajo, ya que la normativa contempla la posibilidad de amnistía para personas con antecedentes por posesión de cannabis.
La oposición conservadora ha atacado los planes del Gobierno, argumentando que la ley podría tener efectos contraproducentes y alejar aún más a los ciudadanos de las cuestiones importantes.