Los presidentes de Italia, Sergio Mattarella, y Francia, Emmanuel Macron, entablaron este lunes una conversación telefónica en la que acordaron la ‘’necesidad de establecer condiciones de plena cooperación tanto a nivel bilateral como dentro de la Unión Europea’’, todo en medio de la crisis por la cuestión migratoria.
Según el comunicado, publicado tanto por el Palacio del Elíseo como por la presidencia italiana, Mattarella y Macron, además de reafirmar la importancia de las relaciones bilaterales de ambos países fundadores de la Unión Europea (UE), coincidieron en la necesidad de una ‘’total colaboración en todos los campos’’.
Esta conversación se dio en medio de la crisis pública entre los países luego que Francia advirtiera que el comportamiento de Italia en materia de migración -al rechazar un puerto al barco humanitario Ocean Viking de la organización SOS Méditerranée- tendría graves consecuencias por parte de la UE.
Por su parte, Italia determinó como ‘’desproporcionada’’ la reacción francesa y consideró que este puerto no puede ser el único punto de desembarco para los migrantes provenientes del norte de África.
El titular de Exteriores, Antonio Tajani, señaló que, en el Consejo de ministros de Exteriores de la UE, Italia ‘’planteará la cuestión de la inmigración con gran serenidad y determinación, porque el problema lleva años y es absolutamente necesario resolverlo".
¿Qué sucedió entre Italia y Francia?
Este fin de semana, Francia decidió acoger ‘’con carácter excepcional’’ el barco humanitario Ocean Viking con 234 migrantes rescatados en el Mediterráneo y denunciar a Italia por no cumplir con los acuerdos de la UE luego de no querer recibir el barco en su puerto.
En más de 40 ocasiones, el barco trató de pedir ayuda a las autoridades marítimas italianas, sin embargo, no recibió respuesta alguna. ‘’Es un deber de humanidad’’, comentó el ministro de Interior, Gérald Darmanin, luego de confirmar que Francia se haría cargo del barco.
Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, insistió en que en los barcos de rescate “no hay náufragos, sino inmigrantes” y aclaró que solo permitiría el desembarco de enfermos, mujeres embarazadas y menores.