¿El genio nace o se hace? es una de esas preguntas que parece no tener respuesta, y que genera una discusión inmediata y encendida entre personas con opiniones radicalmente opuestas, similar al planteamiento de ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?.
Estudios demuestran que en estos casos la respuesta más “políticamente correcta” es precisamente -y valga la redundancia- “la correcta”: al parecer es un poco de ambos, el genio nace… y también se hace.
Una de las teorías que apoya esta respuesta es la Mentalidad de Crecimiento (MC), o Growth Mindset , concepto que insiste en que todos son capaces de mejorar continuamente sus habilidades en cualquier ámbito, independientemente de las aptitudes que hayan mostrado a lo largo de su vida.
El recuento
Nacida en 1988, esta idea surge en el ámbito de la educación, cuando los docentes comenzaron a notar que algunos niños fallaban en ciertas tareas, a pesar de tener la inteligencia y talento para lograrlas.
Más adelante, la psicóloga y profesora de Stanford, Carol Dweck, comprimió lo que había sido una teoría vaga, en dos grandes enfoques que -dijo- eran capaces de determinar los resultados de un reto, independientemente de cual fuese, y se trató de “Mentalidad Fija” y “Mentalidad de Crecimiento”.
Mentalidad de Crecimiento versus Mentalidad Fija
Las características de cada una son muy claras, el de mentalidad fija suele creer que nació con unas capacidades específicas, como especie de dones que le fueron otorgados, pero nada más que eso, es incapaz de desarrollar otros.
Igualmente tienen una necesidad permanente de parecer inteligentes, le temen al fracaso, se atienen a lo que saben, no cambian ni mejoran, se dan por vencidos con frecuencia, ven el esfuerzo como una pérdida de tiempo, no suelen asumir la responsabilidad de los errores, sino que culpan a alguien de ellos y ven a los colaboradores como amenazas.
Por su parte las personas con MC se enfrentan a los retos, desean aprender y no le tiene miedo a los errores, son persistentes así fallen, escuchan con atención y encuentran inspiración en el éxito de otras personas.
Conocimiento colectivo
En una entrevista realizada en un reconocido podcast de crecimiento personal, Susana Claro, profesora de la escuela de Gobierno de la Universidad Católica de Chile, magíster en Economía de la Educación en la Universidad de Stanford y experta en Mentalidad de Crecimiento, enfatiza en que lo más importante para desarrollar la destreza es pensar en colectivo.
“Un ser humano no sobrevive solo, haber hecho esta distribución de inteligencia en el mundo tiene una razón. Solos no somos suficientes para lograr los desafíos de la humanidad, y reconocer el talento alrededor te ayuda a ver los tuyos” dijo.
“Si los trabajadores ven a los demás como recursos y no como competidores, estarán abiertos a compartir las habilidades y capacidades de otras personas y a aprender de sus compañeros de trabajo”, dijo Elliott-Moskwa psicóloga especialista y autora del libro The Growth Mindset Workbook.
El éxito de fracasar
Contrario a lo que piensa mucha gente, en la MC el fracaso es una oportunidad de crecimiento y quienes están dentro de esta clasificación, no sólo aprenden de ello, sino que lo superan mucho más rápido.
Explica Claro que la falla no es un asunto fortuito, sino que depende de decisiones que se tomaron antes de dicha caída, como decidir salir de fiesta antes de un examen, o que un deportistas no practique lo suficiente previo a la competencia.
Sin embargo es necesario estudiarlas con atención, porque a veces las razones no son tan evidentes: “el fracaso para que sea útil hay que hacerle la autopsia, y eso es muy difícil porque es emocional y nadie quiere revivir el dolor” detalla la especialista.
Enfatiza además, que las personas que no tienen talentos naturales para algo específico, suelen asumir mejor fallar, ya que sobre esto no han puesto su valor como profesionales o como seres humanos.
“Si alguien es naturalmente bueno para algo, y siempre ha recibido elogios por eso, es un poco más difícil que asuma un fracaso con naturalidad, al contrario, siente vergüenza de no alcanzar los objetivos, y es probable que oculte los resultados y no quiera hacer la necropsia de esa situación” comentó.
Para Isabella Venour, una entrenadora de mentalidad que trabaja en Londres citada por el diario La Nación de Argentina, en una persona con Mentalidad de Crecimiento un reto “se siente un poco incómodo y también un poco emocionante (…) tienes un poco de riesgo de que salga mal, pero también tienes el potencial de aprender algo y crecer como individuo”, insistió.
Pero para eso es importante superar algunas creencias que se asumen incluso desde la niñez, como explica la docente y especialista chilena Susana Claro: “Nos tratamos mal porque no tenemos este tipo de conceptos, la MC es esfuerzo, es perseverancia, y no como la mentalidad fija que te condena, porque nos agarramos mucho de la infancia, después de que te repitas algo toda la vida, te lo terminas de creer” puntualizó.
Cómo desarrollar MC
Para Claro lo más importante para desarrollar una Mentalidad de Crecimiento es vivir en comunidad y aprovechar el conocimiento colectivo para lograr grandes cosas como individuos y en grupos: “nadie puede solo” insiste.
Adicionalmente la especialista sugiere pedir ayuda, un tema que puede ser tabú para muchas personas, debido a que es percibido como un símbolo de debilidad o incompetencia, pero es un punto fundamental para aprender y desarrollar habilidades que no se tienen de manera innata.
Dice que para eso se puede hacer una hoja de ruta con tres pilares fundamentales: tener un propósito claro, reforzar los principios de la Mentalidad de Crecimiento, y encontrar “tu tribu”, para potenciar el sentido de pertenencia.
Desde el punto de vista del entorno, especialmente en ambientes controlados como el hogar y la escuela, Claro enfatiza en que los guías deben tener dos características fundamentales: la confianza y la paciencia.
Para la especialista, desarrollar MC requiere de un esfuerzo, hurgar fracasos, ver en los demás ejemplos de éxito, compartir conocimientos y recibir con humildad el que estén dispuestos a darnos.
“Estamos aprendiendo, y si decimos que hemos hecho todo mal porque somos malos, no estamos en un proceso de aprendizaje. Si lo vemos con mentalidad de crecimiento lo ves con la capacidad de perdonar, hemos avanzado un montón, hay que tener paciencia con nuestras propias limitaciones, pero entender que somos capaces” concluyó.
