Mientras una sequía severa cubre México, que se traduce en malas cosechas, escasez de agua y precios de los alimentos altísimos, el gobierno trata de atraer las lluvias que tanto necesita, recurriendo a una tecnología controvertida: la siembra de nubes.
En julio, el país inició la última fase de este proyecto, cuyo objetivo es estimular artificialmente las lluvias, publicó CNN.
Según un comunicado de la Secretaría de Agricultura, se está implementando en 62 ciudades agrupadas en el norte y noroeste para » combatir los efectos de la sequía en el sector rural y contribuir a la recarga de acuíferos».
La siembra de nubes es una tecnología descubierta en la década de 1940. Desde entonces, se ha utilizado en unos 50 países, incluídos Estados Unidos y China.
México ha estado experimentando con la modificación del clima durante más de siete décadas. Sin embargo, algunos científicos siguen siendo muy cautelosos acerca de la eficacia de la siembra de nubes y advierten que no es la solución a la sequía.
Para que la creación de la nube funcione, primero necesita una nube. Las aeronaves o los drones arrojan partículas a la nube que atraen gotas de agua, lo que aumenta la probabilidad de lluvia o nieve.
Un proyecto en México implicó rociar partículas de yodo de plata en las nubes desde un avión. El gobierno espera que las lluvias estimuladas ayuden a los agricultores a enfrentar con más músculo la sequía que ha afectado a gran parte del país.
Más de 40% de la nación mexicana experimenta sequías de moderadas a severas desde mediados de julio, según el Servicio Meteorológico Nacional. El país también sufre una ola de calor que ha causado la muerte de al menos 249 personas en los últimos cuatro meses.
Este clima extremo sólo empeorará: está claro para los científicos que las olas de calor y las sequías serán más frecuentes e intensas a medida que se intensifique la crisis climática.
