Corría el año 2002 en Berlín, Michael Jackson saludaba por el balcón del hotel a decenas de fanáticos que se amontonaron con la ilusión de verlo, y después de un grito de la multitud que pedía conocer a su familia, la situación se tornó rara. El rey del pop salió con su hijo de 9 meses en brazos, con la cara cubierta con una manta, y lo pasó hacia afuera de la barandilla por unos instantes.
Internet estalló, los medios se volvieron locos, semejante imprudencia no pasaba desapercibida, pero las opiniones se dividían, no dejaría caer al niño “obviamente” decían unos, mientras que otros insistían en que el hombre detrás de la estrella era cada vez más errante.
Este evento pone en perspectiva la vida de Michael Jackson, un personaje que este lunes cumpliría 64 años, y que a pesar de estar siempre en los extremos y rodeado de un aura de misterios, escándalos y extravagancia, cambió para siempre el mundo de la música, con un talento que hasta el momento pocos se han atrevido a negar, a pesar de las incesantes dudas que rodean a la polémica figura del creador del famoso “moonwalker”.
La figura
Michael Jackson comenzó su carrera a mediados de los años 60 como parte de un equipo conocido como The Jackson 5, en el que compartía escenario con cuatro de sus ocho hermanos, dirigidos por un padre abusivo que constantemente violentaba verbalmente al pequeño, especialmente por su apariencia, lo que le dejó secuelas como problemas crónicos de sueño, y una profunda insatisfacción personal.
Con sus hermanos tuvo mucho éxito hasta mediados de los setenta, pero la verdadera gloria llegó después, cuando sacó su carrera en solitario, y el resto, sin duda es historia. Los récords del artista no paran, se hacen presentes incluso después de su muerte.
Entre sus proezas destaca que es el único cantante con cuatro sencillos del mismo álbum en número uno; no una, sino dos entradas al Salón de la Fama del Rock and Roll, además del Salón de la Fama de los Compositores y el Salón de la Fama de la Danza, varios récords Guinness, 13 premios Grammy, el premio Grammy Leyenda, el premio Grammy a la carrera artística, 26 premios American Music y un larguísimo etcétera.
Pero más allá de todo esto, Jackson cambió la cultura pop en muchos sentidos, al ser el primer artista afrodescendiente en impactar profundamente en la población de todas las razas, pionero en crear micro películas a través de videos musicales, empezando por Thriller que se transformó en un evento musical televisivo.
Además fue el creador del “moonwalk” o camino lunar, un baile que desafiaba la gravedad, que mostró globalmente por primera vez en su video Smooth Criminal. Era también el dueño de una energía inagotable sobre los escenarios, y realizador de megas giras alrededor del mundo por primera vez en la historia de la música, como fue el caso de The Dangerous World Tour en 1992, que duró cinco meses y sumó un total de 69 actuaciones.
Muerte y polémica
Los medios de comunicación se paralizaron, y el cielo parecía cerrarse por un breve silencio que muchas veces era seguido de llantos inconsolables de fanáticos incrédulos. Era 25 de junio de 2009, y se había anunciado que Jackson había muerto. Imposible, parecía sano, era joven, era Michael, era el rey.
A 13 años de su muerte, es posible que muchos recuerden dónde estaban, o qué hacían en el momento en que supieron que había fallecido. Era evidente, moría el hombre y nacía la leyenda.
Incluso después de irse parece que sigue presente, en bailes y canciones como las de Justin Timberlake, Bruno Mars, Usher, Justin Bieber, y también de mujeres que no pueden ocultar rasgos del rey en sus presentaciones, como es el caso Beyoncé, Ciara, e incluso la mismísima Madonna, amiga personal del artista.
Pero no todo fue “miel en hojuelas”, y a 64 años de su nacimiento y 13 de su muerte, aún muchas cosas no están claras: ¿fue o no un pedófilo? ¿Era por el vitiligo su transformación a hombre blanco o una más de sus excentricidades? ¿Encontró en algún momento la felicidad?.
Probablemente nunca se sabrá, y la única certeza en la historia del rey del pop, es que cambió la historia de la música para siempre.
