La Comisión Europea ha publicado un informe que revela que casi un tercio de los productos alimenticios de marcas vendidas en la Unión Europea comparten el mismo envase o uno similar, pero tienen contenido diferente.
Pauline Constant, responsable de comunicación de la Asociación Europea de Consumidores, enfatiza que este informe confirma la realidad de la doble calidad de los alimentos, destacando que un tercio de los productos estudiados engañan al consumidor. Constant insta a las autoridades nacionales y a las organizaciones de consumidores a continuar investigando esta práctica.
Este fenómeno es especialmente preocupante en países del este europeo, donde muchos consumidores perciben que los productos vendidos en sus mercados son de menor calidad que los del oeste. Sin embargo, el informe de la Comisión Europea desmiente esta percepción al demostrar que la diferencia de calidad está presente en todo el espacio de la Unión Europea.
Un estudio realizado en 19 países de la UE, que examinó casi 1.400 muestras de 128 productos diferentes, encontró que el 9% de los productos tenían envases idénticos y el 22% tenían envases similares, pero sus composiciones eran diferentes.
Esto se refleja en las experiencias de los consumidores, como el caso de una ciudadana en Budapest, quien señala que productos como Nutella, con el mismo envase, tienen un sabor diferente en su país en comparación con otros lugares. Este patrón se repite en otros productos y mercados, lo que subraya la necesidad de una mayor transparencia y regulación en la industria alimentaria europea.
Coca Cola y demás gaseosas
En el caso de la Coca Cola y otras gaseosas que se venden en el mundo, expertos aclaran que el sabor puede variar por el simple hecho de que no se hacen en las misma fábricas, y las composiciones de ingredientes pueden ser diferentes.
En un foro web, Cristian Montes señala que en este caso en particular, The Coca Cola Company provee la base la gaseosa a las diferentes franquicias a lo largo del mundo, que es el jarabe con la famosa receta secreta.
Sin embargo, son las empresas las que agregan el agua carbonatada y edulcorantes, cuyas medidas pueden hacer que el sabor cambie, al igual que una comida a la que se le agrega más o menos sal.
Este es el mismo argumento que aplica en el resto de los productos empacados.
Peo no es un tema solo de estos productos alimenticios, sino de otras franquicias de comida rápida como es el caso de McDonald’s, Burger King, KFC, entre otras.
Algunos video bloggers que se dedican a hacer recorridos gastronómicos en el mundo, han llegado a a asegurar que por ejemplo las hamburguesas que se venden en cadenas en México y los países asiáticos pueden ser ligeramente más picantes, como adaptación a los gustos de la población.
Igual en países como India, en el que la carne de vaca se consume muy poco por considerarse un animal sagrado, los sabores de las franquicias varían mucho al no tener este ingrediente en su menú.
Adicionalmente entra en el juego de los sabores, las legislaciones, muchas de las cuales ponen límites en el uso de ingredientes como los azúcares y sodios, algo determinante en la elaboración de una paleta de sabores.