La trágica muerte del actor Matthew Perry, conocido por su papel en «Friends», ha sacado a la luz los peligros que enfrentan las celebridades en su lucha contra las adicciones.
Perry, quien falleció el 28 de octubre de 2023 a los 54 años, murió por «efectos agudos de la ketamina». Su caso ha desencadenado una serie de arrestos que exponen una oscura red de médicos y traficantes que se aprovecharon de su vulnerabilidad.
Los responsables de su muerte
El Departamento Médico Forense de Los Ángeles confirmó que la ketamina, un anestésico con propiedades alucinógenas, fue la causa principal de su muerte. Entre los acusados se encuentran cinco personas, incluidos dos médicos, Salvador Plasencia y Mark Chavez, y su asistente personal, Kenneth Iwamasa.
Estos individuos están acusados de suministrar y facilitar el acceso a la droga que finalmente le costó la vida a Perry.
El fiscal de Estados Unidos para el Distrito Central de California, Martin Estrada, dijo que descubrieron un «emporio de venta de drogas».
«Me pregunto cuánto pagará este idiota», se burlaban los ahora imputados, que le cobraron a Perry unos US$55.000. «Estaban más interesados en sacar provecho del señor Perry que en cuidar de su bienestar», indicó el fiscal.
Trágico final
El día de su muerte, Iwamasa, conocido como «el mayordomo de Batman», le administró a Perry tres inyecciones de ketamina. Según documentos del caso, la última dosis fue letal.
Iwamasa ha sido acusado de «conspiración para distribuir ketamina», enfrentando hasta 15 años de prisión. Además, Plasencia y Chavez están acusados de proveer ilegalmente grandes cantidades de ketamina a Perry, cobrándole sumas exorbitantes y sin escrúpulos.
Una red que explotó su adicción
La investigación ha revelado que Perry, quien había luchado públicamente contra sus adicciones, fue víctima de una red que explotó su dependencia. Cuando los médicos éticos se negaron a aumentar la dosis de su tratamiento, Perry recurrió a médicos y traficantes sin escrúpulos. Este caso recuerda tragedias similares en Hollywood, como las de Michael Jackson, Elvis Presley y Prince, quienes también fueron víctimas de médicos complacientes.
Un problema sistémico en Hollywood
Harry Nelson, un abogado especializado en salud en Los Ángeles, destacó que las celebridades a menudo quedan atrapadas en una trampa peligrosa. Los médicos, deslumbrados por la fama de sus pacientes, ceden a demandas que comprometen su ética profesional, lo que a menudo termina en tragedia.
Con información de varias agencias
