— ¿Te gusta el fútbol?
— Si
— ¿Te gusta el fútbol femenino?
— No
— Entonces no te gusta el fútbol
El deporte se inicia en los primeros días de la humanidad con la necesidad de correr, buscar alimento, protegerse o cazar, y esas necesidades han ido evolucionando hasta el diseño de disciplinas deportivas reguladas y organizadas, que son las que gobiernan en la actualidad.
El famoso “cuerpo sano, mente sana” del poeta romano Juvenal, no hace más que evidenciarse cuando la ciencia prueba a cada segundo los beneficios de la práctica deportiva en la salud y la calidad de vida; sin embargo ¿cuándo empezamos a competir?
En Grecia en el año 776 a.C se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de los que hay constancia. Este acontecimiento se desarrollaba en los meses de verano cada cuatro años. Su origen responde a ‘pacificar’ una época de crisis política y económica, en un mundo griego en construcción.
Desde la Antigua Grecia los fundadores de las Olimpiadas no consideraron a las mujeres para participar en el que posteriormente se convertiría en el mayor evento deportivo de la historia. Las trabas de la sociedad hacia las mujeres eran tales, que los organizadores ni siquiera les dejaban asistir a los Juegos como espectadoras.
La única excepción que se permitía era la de las mujeres solteras. Sin embargo, aquellas que formaran parte de un matrimonio tenían prohibido acceder a Olimpia para presenciar las hazañas de los deportistas.
En 1886 se celebró en Atenas la primera edición de los Juegos Olímpicos de la modernidad. En esta época aparece el nombre de Pierre de Coubertin, uno de los fundadores de lo que hoy conocemos como los Juegos Olímpicos modernos.
Pierre de Coubertin, el restaurador de los juegos olímpicos, acusado de misógino
El propio Pierre de Coubertin, como el resto de los dirigentes, era muy proactivo en cuanto a la modernización de los Juegos, pero no en lo que se refería a la inclusión de las mujeres en los mismos. “Los Juegos son la solemne y periódica exaltación del deporte masculino, con el aplauso de las mujeres como recompensa” dijo Coubertin.
“En el caso de la mujer, se la consideraba como un ser débil para el deporte y, a su vez, se pensaba que el deporte sería dañino para la salud de la mujer, sobre todo para su cuerpo en su función reproductiva”, señaló Carmen Diez en su trabajo “Deporte y construcción en las relaciones de género”.
Deportes “de naturaleza femenina”
Pese a la negativa inicial de los fundadores, las mujeres participaron por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1900 celebrados en París. Cabe destacar que esta primera incursión femenina en las Olimpiadas fue meramente testimonial. La participación de las mujeres en el evento se consideró como algo extra oficial, limitando la inclusión de las mismas en deportes considerados “de naturaleza femenina”, según los organizadores.
¿Cuáles eran los deportes de “naturaleza femenina”? Solo el golf, el criquet y el tenis, en el que llegaron a participar un total de 22 mujeres. Entre estas deportistas, destacaba la presencia de la británica Charlotte Cooper, tenista reconocida que ya había ganado Wimbledon en tres ocasiones, y que se había convertido en la primera campeona olímpica de la historia.
La tenista británica Charlotte Cooper, una de las pioneras en el deporte blanco
Los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928 fueron un antes y un después para la inclusión de las mujeres en las Olimpiadas. En este evento internacional se inscribieron un total de 300 mujeres, representando poco más del 10% del total de deportistas.
La participación de las mujeres en los Juegos Olímpicos fue ampliando su porcentaje cada cuatro años. Finalmente, se acabó normalizando la presencia de mujeres deportistas en todas las disciplinas, siendo las Olimpiadas de Atlanta en 1996 uno de los puntos clave para el progreso de la igualdad.
Selección de básquet femenina de los Estados Unidos en las olimpiadas Atlanta 1996
Organismos multilaterales
La ONU ha luchado por erradicar los diferenciales de género y ha prestado especial atención a la participación de la mujer en el deporte. El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 2004) así como la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU, 2006) incluyen el deporte como medio para promover la educación, la salud y la paz, así como la necesidad de promover y aumentar la presencia de la mujer en el mundo deportivo, a través de políticas educativas.
El informe de la Unesco Empowering girls and women through Physical Education and Sport, reconoce que la mujer se enfrenta a actitudes sexistas debido a las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, por las cuales se les considera inferiores, lo que limita su participación en el deporte.
A pesar de las iniciativas del COI dirigidas a aumentar la representación femenina, en el año 2001, hace 21 años, el porcentaje de mujeres deportistas era del 8.7% y no del 10% como se tenía previsto, el equilibrio en la participación de ambos sexos fue en el año 2012, en los Juegos Olímpicos de Londres.
En ellos, no solo se incrementó el número de atletas femeninas, sino que había mujeres que competían en cada uno de los deportes del programa. Impensable cuatro años atrás.
Prueba de atletismo en las Olimpíadas Londres 2012
La brecha salarial
La brecha salarial entre hombres y mujeres en el deporte, es una herida abierta y dolorosa. La lista Forbes de los 50 atletas mejor pagados en el mundo, está liderada, por supuesto, por un hombre: Lionel Messi con una ganancia estimada de 130 millones de dólares. Solo dos mujeres aparecen en el exclusivo ranking, que son la tenista japonesa Naomi Osaka y la estadounidense Serena Williams, que este año anunció su retiro.
El tenis, de hecho, es uno de los deportes que “aparentemente” se han esforzado por igualar los premios, aunque la realidad no es tan positiva. Es cierto que los cuatro Grand Slams ya equipararon sus bolsas para hombres y mujeres, pero en otros torneos del circuito las diferencias se mantenían.
El patrocinio del deporte femenino, otro de los termómetros, supuso apenas un 0,4% del total (2018) lo que demuestra que la brecha en este ámbito es profunda.
El flamante equipo español Movistar Femenino de ciclismo pagó a sus corredoras un salario de 1.000 euros (1.233 dólares), "menos que la tercera parte que el peor de los hombres", señaló la excampeona del mundo Dori Ruano.
Por otro lado, los organizadores también tienen extraviada la perspectiva de género. Por ejemplo, los campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos han reservado tradicionalmente las mejores fechas, los horarios preferentes (prime time) y los días menos cargados del calendario para las finales masculinas.
Hitos
Adidas, una de las empresas más presentes en este tipo de torneos, anunció en marzo de 2019 que daría "el mismo bono" a las atletas que patrocina y ganen el Mundial, que el que dio a los siete integrantes de Francia en su nómina (Pavard, Kimpembe, Pogba, Lemar, Kanté, Thauvin y Mendy). Una muestra a favor de la igualdad con la que la firma alemana pretende "inspirar y capacitar a la próxima generación de atletas femeninas para romper barreras".
La selección femenina de fútbol de los EEUU, que ganó las últimas dos Copas del Mundo femeninas y cuatro en total, recibió el mismo monto por apariciones en juegos y victorias en torneos que la selección masculina, que tradicionalmente y de forma persistente jamás ha logrado ni siquiera acariciar ese tipo de éxito.
El 16 de noviembre en vísperas del mundial Qatar 2022, la empresa Nike lanzó un comercial de casi cinco minutos de duración, en el que aparecen jugadores y exfutbolistas como Kylian Mbappé, Rolnaldhino, Ronaldo, Cristiano Ronaldo y Alex Morgan, los cuales muestran su talento con el balón en algo parecido al multiverso.
Alex Morgan firmó con Nike un contrato con cláusula de post-parto
Morgan es una futbolista profesional y escritora estadounidense, juega como delantera en el San Diego Wave de la National Women's Soccer League, y en la selección de Estados Unidos. La incursión de Alex Morgan es una novedad en los comerciales mundialistas, en el que el epicentro de la atención se decanta por los jugadores masculinos.
Lecciones
En la mayoría de los casos en los que se lograron reivindicaciones salariales y trato igualitario, fue porque las deportistas se organizaron y elevaron los reclamos de forma conjunta, tal como lo hace Nneka Ogwumike, actual directora del sindicato de jugadoras de la WNBA, que lucha incansablemente por unos salarios mínimos más altos, contratos de patrocinio y una mayor participación en los ingresos de la liga para las jugadoras.
"Es fácil hablar de apoyar a las mujeres, pero hacerlo requiere una perspectiva y una concienciación diferentes", dijo la estrella del baloncesto de Los Ángeles Sparks.