Científicos e ingenieros chinos están aplicando tecnología similar a la empleada por ChatGPT a robots sexuales, con el objetivo de crear muñecas sexuales interactivas potenciados con inteligencia artificial (IA).
Según informaron medios locales, estos innovadores productos pronto llegarán a las tiendas.
Desarrollo de la nueva generación
«Estamos desarrollando una muñeca sexual de próxima generación que puede interactuar vocal y físicamente con los usuarios, y se esperan prototipos para agosto de este año», declaró a principios de este mes Evan Lee, director ejecutivo de Starpery Technology, una importante productora de muñecas sexuales ubicada en la ciudad de Shenzhen.
Desafíos tecnológicos
Según Lee, aún existen desafíos tecnológicos significativos, particularmente en lograr una interacción humana realista. «Si bien el diálogo simple es fácil, la creación de respuestas interactivas implica el desarrollo de modelos complejos por parte de empresas de ‘software’ especializadas», explicó.
Evolución y expectativas
«La nueva generación de muñecas sexuales, impulsadas por modelos de inteligencia artificial y equipadas con sensores, puede reaccionar tanto con movimientos como con el habla, mejorando significativamente la experiencia del usuario al centrarse en la conexión emocional en lugar de solo en las habilidades conversacionales básicas», continuó Lee.
Críticas y preocupaciones
Mientras tanto, la industria enfrenta varias críticas. Según recoge el South China Morning Post, algunas opiniones sugieren que confiar excesivamente en compañeros de IA para la satisfacción sexual o emocional podría conducir a una conexión humana menos genuina, afectando la capacidad del usuario para formar relaciones saludables con personas reales.
Aplicaciones futuras
Los planes de Starpery también incluyen el desarrollo de robots capaces de realizar tareas domésticas, ayudar a personas con discapacidades y brindar atención a adultos mayores, así como proteger a las personas de trabajos peligrosos.
El avance de la tecnología IA aplicada a robots sexuales promete una evolución significativa en la interacción y conexión emocional de estos dispositivos, aunque también plantea importantes desafíos y críticas respecto a sus implicaciones en las relaciones humanas y la sociedad.