La nave espacial Soyuz MS-23 que despegó el pasado fin de semana de Kazajistán, se acopló este domingo con éxito a la Estación Espacial Internacional (EEI) para rescatar a dos cosmonautas y un astronauta de la NASA.
Tras dos días de viaje, la nave Soyuz MS-23 realizó las operaciones en modo automático, operada desde la Tierra por especialistas del Centro de Control de la Misión y desde la EEI por los cosmonautas rusos, tal como estaba previsto.
La nave devolverá el próximo septiembre a la Tierra a los cosmonautas de la Corporación Espacial Estatal rusa (Roscosmos), Sergei Prokopyev y Dmitry Peteli y al astronauta estadounidense de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), Frank Rubio.
A través de una nota de prensa, Roscosmos informó que el Soyuz MS-23 llevó cerca de 430 kilos de carga a la EEI, entre lo que destacan alimentos, varios instrumentos de vigilancia y de examen médico, herramientas para la limpieza de la estación y el control de la pureza atmosférica, entre otros.
Pese a las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por el conflicto bélico en Ucrania, las agencias espaciales de estos países han mantenido su estrecha colaboración durante los últimos meses sin contratiempos.
A mediados de diciembre de 2022, se produjo una despresurización del circuito externo del sistema de radiadores de regulación térmica de la nave Soyuz MS-22.
Semanas después, en el mes de febrero, especialistas de Roscosmos detectaron una fuga de refrigerante en el carguero espacial ruso Progress MS-21, lo que obligó a las autoridades rusas a lanzar la Soyuz MS-23, tras una inspección minuciosa.