Un niño de 13 años sobrevivió durante 66 días solo en su casa pues sus padres fueron a Shanghai, China, para unas pruebas médicas y se vieron obligados a permanecer en un centro de aislamiento al dar positivo para Covid-19, a 70 km de su hijo.
La familia -que reside en Kunshan, una ciudad de más de un millón de habitantes- se separó del niño desde el pasado 28 de febrero.
El medio local Beijing Youth Daily publicó la noticia que le dio la vuelta al mundo y se hizo viral.
“El niño (no se reveló su identidad) siguió con su plan de clases en línea y cuidó al perro y al gato de la familia”, asegura la publicación.
Además, y aunque sus padres le enviaban comida a domicilio (hasta principios de abril cuando se presentaron problemas de abastecimiento y de reparto en la zona), aprendió a cocinar.
Según el relato, en las conversaciones telefónicas, le pidió a sus padres que le enseñaran a preparar sus propios alimentos y pudo preparar algunos platos sencillos.
El pequeño sorprendió a sus padres por su capacidad para organizarse y mantener la casa.
"Le admiro porque ha manejado bien la situación durante dos meses. Nunca se quejó. En lugar de eso, nos dio ánimo. Es más fuerte y optimista de lo que pensábamos", declaró la madre.
Cabe destacar que la contagiosa variante Ómicron hizo que las autoridades de Shanghái decretaran el confinamiento masivo y obligatorio.
Muchos habitantes se quejan por la falta de alimentos disponibles y la ausencia de “kuaidi” como se conoce a los repartidores a domicilio.
Hartos del encierro, miles de personas salen cada noche a sus balcones para gritar desesperados y rebajar la tensión. Ante la acción, los drones de la Policía les ordenan “controlar los deseos de libertad y que cierren las ventanas para no propagar el virus”.