Basada en la reconocida novela del mexicano Juan Pablo Villalobos, y dirigida por Fernando Frías de la Parra (‘Ya no estoy aquí’), la película ‘No voy a pedirle a nadie que me crea’ ya está disponible en Netflix.
La comedia se centra en un estudiante de literatura mexicano metido en problemas con mafiosos que viaja con una beca de estudios a Barcelona. Con Darío Yazbek Bernal, Natalia Solián y Juan Minujín se estrena este 22 de noviembre.
Hay que recordar que la novela fue galardonada por el Premio Herralde.
El protagonista se llama, no casualmente, como el autor. Juan Carlos, interpretado por Darío Yazbek Bernal, que es una mezcla perfecta entre su medio hermano Gael García Bernal y el ex futbolista argentino Pablo Aimar, es el estudiante en cuestión, que está a punto de viajar. Pero justo antes de hacerlo recibe un llamado de su primo que está conectado con unos peligrosos mafiosos locales. Los hombres le piden que lleve a Barcelona a su novia Valentina (Natalia Solián) y se contacte con una chica local llamada Laia (Anna Castillo).
No tiene para nada claro cómo sigue el plan pero sí sabe dos cosas: que su novia ya no es más su novia y, que para forzarlo a aceptar el asunto, han secuestrado a su primo. O quizás peor que eso.
La historia del film seguirá de allí en adelante en Barcelona y tendrá una serie de ejes en paralelo. Por un lado, Juan Carlos irá escribiendo una suerte de diario sobre las cosas increíbles que le van pasando mientras que sus pasos en el mundo prueban ser más torpes que lo imaginado. No le es fácil ganarse la confianza de Laia, su ex novia que viaja finalmente con él pero estando allá no se llevan nada bien, le sale un tremendo sarpullido en toda la cara y las amenazas mafiosas se van volviendo cada vez más directas y severas.
En el medio lidian con un argentino radicado en Barcelona, unos políticos corruptos y otros personajes rocambolescos.
En un tono humorístico mezclan el realismo cotidiano de las experiencias de los latinoamericanos en Barcelona –con todas las microagresiones raciales imaginables y más-.
«Lo que más sorprenderá es el giro denso, verdaderamente oscuro que toma la trama, a la que sí cabe definir como tragicomedia en el más cabal de sus sentidos», reseñó el portal micropsiacine.com.
