Quienes adversan TikTok la señalan como la red que origina «comportamientos cuasi esquizofrénicos» de personas llorando por horas frente a la cámara por ejemplo, o fingiendo ser robots. Pero la red china presenta novedades de manera permanente que la ponen en el top ten mundial; fue la gran protagonista a nivel de crecimiento en 2022 porque llegó a los 1.000 millones de usuarios, un 45% más que en 2021.
El nuevo reto viral en TikTok, lleva a creadores de contenido a simular ser una especie de robot que reacciona dependiendo de los “regalos” que les envían otros usuarios.
Usan filtros faciales, sonidos repetitivos y, en resumen, es una imagen tan extraña que muchos se preguntan dónde quedaron los cientos de miles de años de evolución humana.
Según algunos usuarios grabarse por horas haciendo sonidos y expresiones sugerentes en la aplicación china se traduce en dinero.
Es decir, por cada 100 monedas digitales, el creador de contenido recibiría 1,29 dólares. De manera que mientras más tiempo dura la transmisión, mayores ganancias se obtienen. La movida es similar a las fábricas de influencers en China con cientos de personas en las calles y bajo puentes grabando durante horas para buscar llegar a los usuarios con mayor poder adquisitivo.
La usuaria Pinkydoll es uno de estos surreales casos en los que, de acuerdo con la apreciación del portal UnHerd, “está dispuesta a deshumanizarse a sí misma por donaciones que satisfagan algún tipo de control”.
Detrás de ella hay otros usuarios de TikTok sumándose a la tendencia apodada como “people role-playing” (“juego de roles” en español) o “NPC”, refiere el portal web.
Dopamina en TikTok
El escritor británico-indio Gurwinder Bhogal advirtió que la red social china “podría ser un arma geopolítica devastadora” en el sentido que “sin prisa pero sin pausa, podría convertir a la juventud occidental en ‘yonquis’ de la dopamina perpetuamente distraídos”.
Otra opinión viene de Diego Ruzzarín, un youtuber radicado en Monterrey, México, cuyo contenido apela a la filosofía y al pensamiento crítico. Tras ver videos de Pinkydoll o parte de la transmisión de un hombre que lloró “durante 100 horas” frente a las cámaras para superar su propio récord, expone cómo estos comportamientos casi esquizofrénicos corresponden a “profesiones posmodernas derretidas de sentido” donde la atención se vuelve monetizable sin ningún tipo de significado de fondo.
Sobre TikTok no sólo pesan sospechas de espionaje y robo de datos cometidos por el régimen comunista chino, sino también cuestionamientos por predisponer individuos a la nula capacidad resolutiva, sin memoria o capacidad de discernimiento.
Pese a todo, las retransmisiones en tiempo real de actividades cotidianas se están convirtiendo en la fuente de ingresos más rentable de la red social y los seguidores envían insignias que van a las cuentas bancarias y de PayPal de los tiktokers.