Estados Unidos está en alerta máxima tras un repunte de casos de covid-19 en las últimas semanas, especialmente de la nueva variante FLiRT, según informa la Sociedad Estadounidense de Enfermedades Infecciosas (SEEI).
La organización cifra el aumento de los nuevos casos secuenciados en un 25%. Señala además que esta nueva cepa se propaga rápidamente, y proviene del linaje Omicrón JN.1.
Variantes FLiRT: mutaciones altamente infecciosas
Esta nueva variante, apodada FLiRT, es considerada una de las más infecciosas hasta ahora. Los investigadores aún están evaluando su rapidez de propagación y si causará enfermedades más graves que las variantes anteriores, así como la eficacia de las vacunas contra ella.
Destacada: variante KP.2
Dentro de la familia FLiRT, la variante KP.2 ha cobrado importancia, representando alrededor del 25% de los nuevos casos secuenciados en Estados Unidos durante las dos semanas que terminaron el 27 de abril, según los CDC.
«A pesar del crecimiento de KP.2 en EEUU es demasiado pronto para decir si la familia FLiRT será responsable de un aumento importante de casos», explicó el doctor Eric Topol, vicepresidente ejecutivo de Scripps Research, citado por el diario Marca.
Síntomas y gravedad
Hasta ahora, no hay pruebas que indiquen que la variante KP.2 pueda causar una enfermedad más grave que sus predecesoras. Según los CDC, los síntomas varían dependiendo del estado de salud y del sistema inmunitario de la persona.
Síntomas similares a variantes anteriores
Los síntomas de las variantes FLiRT, incluida la KP.2, son similares a los causados por JN.1. Estos incluyen dolor de garganta, tos, fatiga, fiebre, dolor muscular, pérdida del gusto u olfato, dificultad para respirar, náuseas, vómitos y diarrea.
Según Pier Luigi Lopalco, los síntomas «no deberían ser más graves que los típicos de la gripe estacional».
A medida que Estados Unidos enfrenta este nuevo desafío, la vigilancia y la rápida respuesta son fundamentales para contener la propagación de la variante KP.2 y otras variantes FLiRT.
Los esfuerzos de vacunación y el seguimiento de protocolos de seguridad siguen siendo herramientas clave en la lucha con la enfermedad, insisten especialistas.