El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció que en los últimos meses no ha escuchado a un solo jefe de Estado del mundo desarrollado hablando sobre la situación en Tigray, Etiopía. Dijo el funcionario: “tal vez el motivo es el color de la piel de las personas en Tigray”.
La declaración va en línea con lo que ya había expuesto en abril pasado cuando cuestionó si la atención abrumadora del mundo a la guerra en Ucrania se debía a su ubicación y fenotipo aunque también reconoció que ese conflicto tenía consecuencias globales.
El Dr. Ghebreyesus calificó la actual crisis en la región de Tigray, en Etiopía, como “el peor desastre de la Tierra” porque aseguró que 6 millones de personas básicamente están aisladas del resto del mundo y han estado “bajo asedio” durante los últimos 21 meses: sin acceso a medicamentos, ni telecomunicaciones, ni poder dejar la región. “En ningún lugar del mundo se ve este nivel de crueldad, donde un gobierno castiga a 6 millones de sus habitantes”, denunció el funcionario quien también destacó que el Comité Internacional de la Cruz Roja ha reportado el envío de algunas medicinas en los últimos meses.
“Lo único que nos preguntamos es si el mundo puede volver a entrar en razón y defender la humanidad”, reflexionó. Por último, el representante de Naciones Unidas hizo un llamado a los gobiernos de Etiopía y Rusia para que pongan fin a las crisis en Tigray y Ucrania: “Si quieren la paz, pueden hacerla realidad, y los insto a ambos a que resuelvan estas cuestiones”,dijo.
Cabe destacar que el conflicto en Etiopía comenzó en noviembre de 2020 y se ha enviado escasa ayuda humanitaria después que las fuerzas de Tigray recuperaron buena parte de la región en junio de 2021. Otra de las razones de la poca atención es la imposibilidad del acceso de los medios de comunicación.
