Un edulcorante común utilizado en productos como la Coca-Cola Light se declarará como potencialmente cancerígeno el próximo mes en un movimiento que probablemente desencadene una disputa importante entre la industria y los reguladores.
El IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer), la unidad de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud, por primera vez está valorando etiquetar el aspartamo como carcinógeno potencial a partir de julio, compartieron a Reuters dos fuentes familiarizadas con el proceso.
El aspartamo, un polvo blanco e inodoro, es un edulcorante artificial bajo en calorías, que es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar y está clasificado como un número E, un término que se le da a los aditivos en alimentos en bebidas.
La ISA (International Sweeteners Association), cuyos miembros incluyen a Mars Wrigley, Coca-Cola y Pepsico, reaccionó con enojo ante la noticia y afirmó que la decisión pendiente del IARC se basaba en “investigación ampliamente desacreditada”.
El aspartamo se ha estudiado desde hace años y un estudio francés publicado en marzo del año pasado indicó que podría aumentar el riesgo de cáncer en las personas que lo consumen.
Expertos del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica francés y la Universidad Sorbona París Norte analizaron datos y sugirieron un posible aumento del riesgo de cáncer de mama y cánceres relacionados con la obesidad.
Un estudio separado, publicado en diciembre del año pasado, encontró que el edulcorante, que se encuentra en casi 5.000 alimentos y bebidas light, estaba vinculado a la ansiedad en ratones.
El estudio, publicado en la revista PNAS, señaló que los ratones que consumieron aspartamo sufrieron ansiedad, y los efectos se extendieron hasta dos generaciones de roedores machos expuestos al edulcorante.