La Organización Mundial de la Salud (OMS), confirmó a través de un comunicado, que el brote de la viruela del mono no constituye, por el momento, una emergencia de salud pública de preocupación internacional.
Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, siguió las recomendaciones de un grupo de expertos en el área, convocados para deliberar sobre la gravedad de este brote y sobre una clara preocupación por el aumento de los casos.
El máximo representante de la salud compartió sus preocupaciones con el panel de especialistas del tema en el que "lo que hace especialmente preocupante este brote es su propagación rápida y continua a nuevos países y regiones y el riesgo de una mayor transmisión a grupos vulnerables, como personas inmunodeprimidas, mujeres embarazadas y niños".
A principios de mayo, se han notificado más de 3.000 casos confirmados de la viruela de mono en varios países de Europa y América, muchos de los cuales no habían registrado casos de esta enfermedad.
El Comité de Emergencias de la Organización Mundial dedicado a analizar brotes infecciosos de este tipo, concluyó que la gran mayoría de enfermos registrados en varios países del mundo no han sido vacunados contra la viruela.
Expertos aseguran que esta vacuna también protege contra la viruela del mono.
Esta enfermedad puede transmitirse entre animales y seres humanos, produciendo síntomas como fiebre, dolor de cabeza y muscular, inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento, entre otros. Su transmisión se produce por contacto estrecho con una persona contagiada o un animal portador, en este caso, de un roedor.
Informes de la OMS destacan que la tasa de letalidad ha variado en las diferentes epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados.
