Alrededor de 50 millones de personas son víctimas de lo que se conoce como “esclavitud moderna”, ya sea por estar en trabajos o matrimonios forzados, según datos de la Organización de Naciones Unidas.
Para el ente resulta alarmante la situación, en especial después de publicaciones de la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional para las Migraciones, realizadas junto con la ONG Walk Free Foundation, que señalan que estas dos formas de violación de derechos, creció en 10 millones de casos desde el 2016 al 2021.
Esto representa un incremento del 25% en tan solo cinco años, un revés importante si se toma en cuenta la meta de la ONU de acabar con este tipo de flagelos para el año 2030. Lejos de eso, actualmente 27,6 millones de personas realizan trabajos forzosos, mientras que 22 millones fueron obligadas a casarse.
Para Guy Ryder, jefe de la OIT, “es impactante que la situación de la esclavitud moderna no mejore”, especialmente si se toma en cuenta que se trata de una de cada 150 personas en el mundo que vive enesa condición.
Vulnerables
Las formas modernas de esclavitud afectan en el mundo principalmente a los niños y mujeres. Lamentablemente, son de nuevo la población vulnerable en esta y otras estadísticas, como señaló el documento.
De las 22 millones de personas en matrimonios forzados, más del 75% son niñas o mujeres, además de ser las víctimas de casi todo el flagelo, que aumentó en 6,6 millones de casos, superando al trabajo forzado, que solo se incrementó en 2,7 millones de personas, en el mismo periodo de tiempo.
En las cifras de explotación laboral, los niños representan 12,5% de los casos, y alrededor del 80% son personas explotadas sexualmente; los trabajadores migrantes son tres veces más propensos a entrar en la lamentable estadística.
“La reducción de la vulnerabilidad de los migrantes al trabajo forzoso y a la trata de personas depende, en primer lugar, de marcos políticos y jurídicos nacionales que respeten, protejan y hagan realidad los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes”, dijo el director general de la OIM, António Vitorino, quien enfatizó la urgencia de acciones inmediatas.
Este incremento sin precedentes, surgió motivado por la pandemia y los efectos económicos negativos que dejó a su paso,y contrario a lo que podría pensarse, no es un tema exclusivo de naciones pobres. De hecho, 52% de los matrimonios forzados se da en países con ingresos medios-altos o altos.
A partir del alarmante documento, la ONU junto a todas las demás organizaciones que la conforman, podrían establecer un nuevo plan coordinado, dirigido a poder acercarse a la meta de 2030, en la que plantearon eliminar cualquier forma de esclavitud moderna.
