La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), alertó este lunes, sobre el aumento de los crímenes contra civiles en Somalia, en la que al menos, 613 personas murieron y 948 resultaron heridas en lo que va de año.
A través de un comunicado, el organismo de la ONU, resaltó que estas son las cifras más altas de los últimos cinco años en el país en África Oriental, en la que se evidenció y se comprobó actos de extrema violencia contra esta población, atribuibles a la organización yihadista Al Shabab, a las milicias triviales y cuerpos de seguridad.
La ONU consideró estos actos como posibles crímenes de guerra.
El documento firmado por el Alto Comisionado, Volker Türk, instó a todos los involucrados a garantizar la protección y el derecho a la vida de los civiles somalíes, ya que, “este año ha puesto fin a una tendencia generalizada a la baja en muertes y heridos desde 2017”.
Türk denunció que la mayoría de los muertos y heridos fue producto de artefactos explosivos improvisados, así como, ataques a objetivos civiles tales como pozos, viviendas, puentes o al menos once escuelas, realizados por la organización yihadista.
“Atacar deliberadamente civiles o destruir infraestructuras indispensables para esta población constituye un crimen de guerra de acuerdo con la ley internacional, y debe detenerse”, concluyó el máximo representante del organismo internacional.