El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aseguró que los beneficios récord generados por los altos precios de las energías a consecuencia de la guerra en Ucrania son "inmorales" y propuso impuestos extraordinarios a esas ganancias.
"Es inmoral que las empresas petroleras y de gas estén obteniendo beneficios récord de esta crisis energética a costa de la gente y las comunidades más pobres", denunció.
Con motivo de la publicación del informe "impacto Global de la Guerra en Ucrania: la crisis energética" -elaborado por el Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial- instó a enviar un mensaje a la industria energética de origen fósil y a sus financieros.
Además, anunció que la ONU creará una misión especial para investigar el ataque perpetrado la semana pasada contra una cárcel en la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el que murieron medio centenar de prisioneros ucranianos y cuya autoría es objeto de acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev.
Guterres explicó que actualmente se están preparando los términos de referencia para la misión, que deberán aceptar las dos partes, y se comienza a buscar expertos que puedan integrarla.
Breves de la guerra:
- El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, informó que Rusia está lista para una solución negociada bajo sus condiciones. No hubo más comentarios ni detalles pero efectivamente da una pequeña señal positiva en la oscura guerra.
- El director general de la Agencia Internacional de la Energía, Rafael Grossi, alertó que en la planta nuclear de Zaporizhia “todos los principios de seguridad han sido violados y están produciendo un catálogo de cosas que nunca deberían estar sucediendo”.
- Cabe recordar que la de Zaporizhia es la central nuclear más grande de todo el continente europeo.
- Rusia aseguró a través de un comunicado haber destruido un depósito de armas y municiones extranjeras en la región de Leópolis, al oeste de Ucrania, en una región fronteriza con Polonia que habían sido entregadas al régimen de Kiev
- El primer buque con granos que zarpó de Ucrania desde la invasión rusa hace cinco meses surcó el miércoles las aguas de Estambul rumbo a Líbano, gracias a un acuerdo que intenta aliviar la crisis alimentaria global provocada por la guerra.