Este lunes se cumple un año desde que los talibanes tomaran el poder de Afganistán. Para hacer conciencia de este suceso, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) llamó a ‘’no olvidar a las mujeres y niñas afganas" pese a las otras crisis humanitarias que enfrenta el mundo.
En el último año, las mujeres y niñas afganas han sido testigo de un inmediato retroceso al gobierno religioso conservador y a la violación de sus derechos más básicos, suceso que habían experimentado algunas entre 1996 y 2001.
Tal y como se temía, ahora a las mujeres se les ha limitado el acceso al empleo, la educación, la representación política e incluso la libertad de movimiento. La violencia contra ellas también se ha incrementado mientras los talibanes ignoran las normas internacionales sobre los derechos humanos que muchos se esforzaron por ratificar y convertir en parte de la legislación nacional durante las últimas dos décadas.
Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, agregó en un comunicado que: ‘’el país se encuentra inmerso en una profunda crisis económica y humanitaria. El aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía, exacerbado por la sequía y la guerra en Ucrania, ha provocado que alrededor del 95% de la población y casi todos los hogares encabezados por mujeres no tengan suficiente para comer’’.
A pesar de tener que batallar con el repentino desplazamiento a otras tierras -por propia seguridad- y con el regreso de los talibanes, muchas de estas mujeres aún se consideran representantes de las afganas. Shokria, una refugiada afgana manifestó su deseo de que los países europeos "tomen medidas serias" para que sean vistas "como seres humanos”.
La situación en el país es extremadamente inestable y empeoró cuando el pasado mes de junio, el peor terremoto azotó el país y mató al menos mil personas, según cifras oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por otra parte, los talibanes conmemoraron el primer aniversario de su regreso cantando en Kabul, una fecha lleno de retrocesos en los derechos -principalmente para las mujeres- y profundas crisis humanitarias.
