El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el pasado miércoles con los principales fabricantes de leche de fórmula para bebés y sugirió que los stocks deberían aumentar para aliviar la escasez nacional.
Múltiples proveedores globales están buscando la aprobación de Estados Unidos para enviar la insumos mientras la administración de Biden acelera lo que ha denominado la ‘’Operation Fly Formula’’ para ayudar a ocupar los estantes de las tiendas y calmar a los padres preocupados.
‘’Necesitamos más participantes en el mercado de fórmulas para bebés’’, comentó Biden durante una reunión virtual con ejecutivos de ByHeart, Bubs Australia, Reckitt Benckiser Group, Perrigo Company y Anest Gerber.
Se presume que existen dos factores que han causado la escasez. En primer lugar, está el problema de la pandemia, que ha afectado directamente la cadena de suministro, la cual se agravó en el 2022. Luego, en febrero pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos cerró la planta de mayor producción de Abbott Nutrition en Michigan después que una investigación federal determinara que cuatro bebés desarrollaron infecciones bacterianas y dos de ellos murieron.
“No creo que nadie haya podido anticipar el impacto del cierre de una instalación”, comentó Biden, luego de que la FDA detectase indicios de contaminación en las líneas de producción en la fábrica de Michigan.
A pesar de que el país ha recibido cargas desde Europa, los padres estadounidenses siguen preocupados por la falta de stock de leche infantil en los estantes de sus hogares y los supermercados, una crisis que golpea especialmente a las familias de bajos ingresos.
En las últimas semanas, la escasez ha empeorado. Se sospecha que la razón es que se ha producido un acaparamiento debido a la ansiedad e incertidumbre de los padres, a quienes les han limitado la cantidad de fórmulas que se pueden comprar. Expertos indican que la escasez podría durar hasta dos meses más.