En Japón hay una crisis y no es precisamente económica, ya que se registran las tasas más bajas de matrimonios y nacimientos en toda su historia, al punto de que los padres iniciaron una cruzada por ayudar a sus hijos en la difícil tarea de encontrar el amor.
El país que goza con la esperanza de vida más alta del mundo, 86 años para las mujeres y 79 para los hombres, tiene otro tipo de problemas. La crisis por la falta de matrimonios y la baja natalidad, preocupan a la nación nipona.
Con la esperanza de ampliar el núcleo familiar, hombres y mujeres se reúnen en ciudades como Osaka para tener citas por sus hijos, para buscar a los mejores candidatos con quién «emparejarlos».
El sistema funciona como un evento de citas rápidas y por el pago de US$96 los asistentes pasan de silla en silla y hablan con otros padres sobre los gustos de sus hijos adultos, que en la mayoría tienen una edad que oscila entre los 30 y 40 años.
Este evento es organizado por la agencia de casamientos Asocciation of Parents of Marriage Proposal Information, y de acuerdo a CNN, los padres asisten con planteamientos sólidos para evitarle a sus hijos conversaciones incómodas y llegan con preguntas determinantes, como por ejemplo, si la candidata o el candidato estaría dispuesta a mudarse de ciudad si la relación prospera.
Otros padres llevan las fotos de sus hijos, en la mayor parte de los casos son fotografías profesionales, como si lo estuvieran postulando en una entrevista de trabajo.
Uno de los casos es el de una pareja de 80 años, que excusaron a su hijo de 49 años de no tener pareja porque se enfocó mucho tiempo en su trabajo. Tras leer el anuncio en un diario decidieron hacer el viaje y arriesgarse con la esperanza de poder tener nietos.
Hay muchos casos exitosos, como el de una madre logró que su hija consiguiera el amor luego de participar en el evento. A diferencia de los hijos, los padres suelen ser más directos al expresar lo que sus hijos callan por timidez o falta de confianza.
Los padres japoneses no son los únicos preocupados por los deseos de ampliar la familia, en los últimos años las autoridades niponas han impulsado numerosos planes para revertir las tasas más bajas de matrimonios y nacimientos que se han registrado en el país.
Uno de los estímulos es una asignación mensual de US$100 por cada menor hasta los dos años, mientras que a los que cuentan con tres años o más, le otorgan un beneficio de US$68.
Sin embargo, esta tendencia a la baja en las tasas de matrimonio y natalidad, no se deben a una crisis amorosa, sino más bien al alto costo de la vida en el país, que desalienta a los jovenes japoneses.
De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, señaló que el salario medio anual en Japón aumentó solo 5% entre 1991 y 2021, mientras que en otros países del primer mundo, como Francia y Alemania, aumentó un 34%.