Varias naciones árabes condenaron la reciente y segunda profanación en Suecia del libro sagrado del Islam, El Corán, mientras aseguraron acciones diplomáticas en contra del país europeo.
«El primer ministro de Irak, Mohammed Shia al-Sudani, ordenó el retiro del encargado de negocios en Suecia y eliminó la licencia de trabajo en territorio iraquí a la empresa sueca de telecomunicaciones Ericsson», reseñó el portal de Telesur.
También el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak manifestó su condena al ultraje del símbolo del Islam y aseguró que rompería las relaciones diplomáticas con Suecia en caso de que se produjese otro incidente similar.
Por su parte, el Gobierno de Qatar convocó al embajador de Suecia, a quien le entregó una nota de protesta, luego de que las autoridades de Estocolmo permitieran un nuevo suceso de odio contra la fe musulmana.
En este sentido, a través de un comunicado, la Cancillería de la nación árabe llamó al Ejecutivo sueco a tomar las medidas necesarias para detener “estos actos vergonzosos”.
El Ministerio de Exteriores de Arabia Saudí manifestó su “enérgica condena y denuncia” al otorgamiento del permiso de las autoridades suecas para que se profanen las copias del Corán
La diplomacia saudí calificó la posición de Estocolmo como una «provocación sistemática contra los sentimientos de millones de musulmanes en el mundo» y anunció que también convocaría al encargado de negocios sueco.
El canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, envió una misiva al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para exigir medidas para evitar que vuelvan a ocurrir este tipo de sucesos.
“Dar permiso para insultar el Corán y profanar el Corán o cualquier otro libro sagrado de las religiones divinas proviene del mismo pensamiento, que, al abusar de la libertad de expresión, sigue el antiislamismo y la islamofobia, y tendrá consecuencias irreparables, como la propagación del odio, la violencia y la xenofobia en diversas sociedades”, expresa la nota.
En menos de un mes ocurrieron dos actos de agravio al Corán en el país europeo: el 28 de junio se quemó una copia del libro sagrado en un espacio público de Estocolmo, en tanto que este jueves manifestantes que convocaron a otra quema pública no lo hicieron pero sí pisotearon el libro.
