El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, anunció a la Liga Árabe que solicitará ante la ONU que conceda a su país el ingreso como integrante pleno del organismo multilateral y a los tribunales y organizaciones internacionales que protejan a los palestinos.
«Es un deber religioso, así como un imperativo humanitario y nacional apoyar a los palestinos que viven en la ciudad de Jerusalén”, subrayó.
Recordó que la batalla que se libra por Jerusalén no comenzó el día de su ocupación en el año 1967 sino varias décadas antes: “incluso antes de la Declaración Balfour -emitida por las potencias coloniales- encabezadas por Gran Bretaña y Estados Unidos».
El mandatario denunció que la declaración tenía como único objetivo «deshacerse de los judíos en Europa y establecer el llamado hogar nacional judío en Palestina para que fuera un puesto avanzado que salvaguardara los intereses de estos países coloniales» y enfatizó que, al igual que el pueblo rechazó la Declaración Balfour y sus resultados, también rechaza todos los intentos de liquidar la causa palestina o falsificar los hechos sobre ella.
Asimismo rechazó el llamado “trato del siglo” y negó la legitimidad y justicia de trasladar la embajada estadounidense o cualquier otra embajada a Jerusalén.
La información la dio durante una conferencia sobre Jerusalén celebrada en El Cairo y a la que asistieron varios líderes árabes, entre ellos el egipcio Abdel Fattah Al-Sisi y el rey Abdullah II de Jordania.
No es un dato menor que, en el año 2012, Palestina obtuvo el estatus de “Estado observador no miembro” en la ONU y aspira recuperar esa denominación.
