Por la sequía continua que está afectando el ecosistema en Panamá, fue declarado estado de amergencia ambiental por el gobierno de ese país.
La medida se tomó debido a «las altas temperaturas, la evaporación y la falta de lluvias son el preámbulo a la llegada del posible fenómeno de El Niño, con lo que disminuiría la producción de agua para el consumo humano y la actividad agrícola en todo el país«, informó el Ministerio de Ambiente.
Los lagos artificiales de Alhajuela y Gatún, que abastecen de agua a más de la mitad de la población del país y a la vía interoceánica, son las principales afectados por la sequia ya que sus niveles de agua «han mermado drásticamente por la larga estación seca», dice el comunicado.
Según los pronósticos del Ministerio de Ambiente, las temperaturas del país aumentarán y las precipitaciones en cuatro regiones climáticas se reducirán, situación que afectaría especialmente a la provincia de Chiriquí, en la zona occidental, que es un centro de producción agropecuaria, refiere CNN.
Esta situación no es nueva, la alerta se viene emitiendo desde hace varios meses, de hecho el pasado 19 de abril, el Canal de Panamá comenzó a implementar su quinta restricción de calado a buques neopanamax, los que pasan por la ampliación inaugurada en el 2016, ante el bajo nivel de los lagos artificiales que lo alimentan.
De acuerdo al Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, entre 2022 y 2023 hay un equivalente a seis meses de déficit de lluvias en el país.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha alertado «sobre la presencia de El Niño, después de tres años de La Niña, a partir de mayo-julio» próximo, y las herramientas tecnológicas «cada vez más precisas» indican que hay un «90%» de probabilidad de que sea «de moderado a severo», publico EFE.