El Papa Francisco se refirió este domingo durante su bendición «Urbi et Orbi» tras la misa de Pascua, a los numerosos riesgos que obstaculizan La Paz en el mundo, incluida la violencia en Oriente Medio.
«Dejémonos sorprender por el gozoso anuncio de la Pascua, por la luz que ilumina las tinieblas y las oscuridades que se ciernen tantas veces sobre el mundo«, insistió Francisco quien, luego repasó las situaciones del mundo que más sufrimiento causan, «piedras a lo largo del camino que hacen arduo y agotador nuestro apresurarnos hacia el Resucitado«, explicó.
El Papa argentino demostró su «profunda preocupación» por las tensiones en Oriente Medio, las cuales amenazan el diálogo entre israelíes y palestinos.
«Las violencias que tuvieron lugar en Jerusalén esta semana amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos«, comentó el pontífice, de 86 años.
La situación en Haití, Etiopía, Sudán del Sur, Burkina Faso, Mozambique, Nigeria y la República Democrática del Congo relucieron en las bendiciones del pontífice.
«Sostiene, Señor, a las comunidades cristianas que hoy celebran la Pascua en circunstancias particulares, como en Nicaragua y en Eritrea, y acuérdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe«, señaló.
El Papa también deseó la mejor de las ayudas para el pueblo ucraniano y la luz pascual para el pueblo ruso. «Conforta a los heridos y a cuantos han perdido a sus seres queridos a causa de la guerra, y haz que los prisioneros puedan volver sanos y salvos con sus familias«.
Para finalizar, el Santo Padre hizo una invitación: «Hermanos, hermanas, encontremos también nosotros el gusto del camino, aceleremos el latido de la esperanza, saboreemos la belleza del cielo. Obtengamos hoy la fuerza para perseverar en el bien, hacia el encuentro del Bien que no defrauda«.
Con un clima mucho más agradable que el de días precedentes, el pontífice recorrió la plaza de San Pedro en el PapaMóvil para saludar y bendecir a los miles de fieles congregados.
