Una pareja abandonó a su bebé este martes en el mostrador de Ryanair en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión de Tel Aviv, en Israel, cuando se disponían a viajar a Bruselas, Bélgica.
Medios locales reseñaron que el bebé no tenía boleto y la pareja se dirigió a abordar el vuelo, dejando al infante en el mostrador de facturación de la aerolínea
“Una pareja y un bebé con pasaporte belga llegaron para un vuelo a la Terminal 1 sin boleto para el bebé. La pareja también llegó tarde al vuelo, una vez cerrada la facturación. La pareja dejó el asiento infantil con el bebé y corrió hacia los controles de seguridad de la terminal en un intento de llegar a la puerta de embarque del vuelo”, informó la autoridad aeroportuaria en un comunicado.
El texto señala que, al notar al bebé abandonado, el funcionario de facturación de la aerolínea se puso en contacto con la seguridad del aeropuerto que localizó a estos pasajeros, y ahora está en manos de la policía israelí.
El aeropuerto Ben Gurión es uno de los más estrictos en el control de pasajeros de todo el mundo, por lo que la policía no tardó en desplegarse por el recinto y localizar a los padres del bebé.
Ambos fueron llevados a dependencias policiales para interrogarlos, mientras los trabajadores de Ryanair que habían presenciado todo lo ocurrido no salían de su asombro.
En declaraciones al Jerusalem Post, el encargado del mostrador de Ryanair reconoció que se sorprendió de lo que estaba pasando, al igual que el resto de los testigos, que veían que los padres estaban dejando a su hijo abandonado para embarcar sin él.
«Nunca habíamos visto algo así, no podíamos creer lo que estábamos viendo», aseguró.
La página web de la aerolínea Ryanair indica que “los bebés pueden incluirse en una reserva de vuelo durante el proceso de reserva en línea».
Al hacer planes para viajar con un infante, aparece un mensaje emergente en el sitio que indica que hay un cargo de 27 dólares, o al cambio de la moneda local, por cada vuelo de ida que viaje que toma el bebé mientras está sentado en el regazo de un adulto, o pagar un asiento separado si el menor viaja en una silla para bebés.