El sector gasolinero italiano comenzó este miércoles una huelga en contra del aumento de los precios de los carburantes y las recientes reformas a las redes de distribución anunciadas por el Gobierno.
La Federación Autónoma Italiana de Estaciones de Servicio (FAIB) tras una reunión con las autoridades, aceptó algunos de los puntos propuestos por el gobierno, por lo que realizará unasola jornada de paro en la que únicamente 175 gasolineras permanecerán operativas.
Sin embargo, la Federación Italiana de Gerentes de Plantas de Combustible (Figisc) y la Federación de Gasolineras y Afines (Fegica), extenderán el paro de las 302 estaciones de servicio hasta el jueves debido a que consideraron insuficientes las propuestas de la administración encabezada por la ministra Giorgia Meloni.
Los letreros fuera de las bombas de combustible cerradas este miércoles decían que los negocios no se encontraban en funcionamiento en ‘’protesta contra la campaña vergonzosa y difamatoria’’.
El secretario general de Figsic, Paolo Uniti, defendió que la principal traba de las negociaciones es el ‘’famoso cartel que para nosotros no llega al verdadero problema de la transparencia de precios’’.
‘’Es más, creemos que un precio medio ponderado en realidad podría llevar a un aumento de los costes. Este cartel mata la libre competencia porque ponemos un precio medio, todos los operados se adecuarán a eso’’.
El gobierno derechista italiano acusó a los propietarios de las gasolineras de especulación e incremento de precios luego que los automovilistas se quejaran de los altos costos del combustible, los cuales aumentaron una vez que expiraron los subsidios temporales a finales del 2022 que ayudaron a proteger a los automovilistas de los altos precios.
En este sentido, los letreros fuera de las bombas de combustible cerradas este miércoles decían que los negocios no se encontraban en funcionamiento en ‘’protesta contra la campaña vergonzosa y difamatoria’’.
A principios de año, el gobierno anunció una medida que exige que las estaciones de combustible muestren los precios de la gasolina y el diésel, junto con los precios de sus propias bombas, lo que, según la ministra, era necesario para ‘’combatir el mal comportamiento de los propietarios de las bombas’’.
“El interés de los propietarios de bombas es no ir a la huelga”, comentó Giuseppe Sperduto, presidente de la Federación de Propietarios de Bombas Autónomos de Italia. “No queremos ser etiquetados como especuladores. Nosotros no decidimos los precios de los surtidores, que los imponen las petroleras”.
