El partido oficialista, Rusia Unida, ganó con holgura las elecciones regionales y municipales que se celebraron en Rusia -desde el viernes y hasta el domingo- con muy baja presencia de candidatos opositores y escaso interés ciudadano debido a la invasión a Ucrania, según reseñan algunos analistas del evento electoral.
Los candidatos de Rusia Unida ganaron 14 gobernaciones regionales. En las otras dos restantes, ganaron candidatos “auto nominados”, aunque analistas locales destacaron que en realidad son “delfines” del partido Rusia Unida, muy cercano al presidente Putin.
La tolda también dominó las elecciones para seis parlamentos regionales. Sin embargo, en la región de Sakhalin, perdió.
Los candidatos de Rusia Unida también ganaron 75% de los escaños del concejo municipal en Moscú.
No es un dato menor que en la capital solo 33,9% de los habitantes votaron. Recordemos que, aunque los concejos municipales son el nivel más bajo de gobierno local y tienen poco poder real, se han convertido en campos de batalla para los políticos de la oposición, quienes no pueden competir en las contiendas nacionales.
A los comicios fueron convocados más de 44 millones de rusos quienes podían acudir personalmente durante cualquiera de los tres días o votar por internet.
Aunque las votaciones transcurrieron con normalidad, agencias de noticias occidentales destacan que en Moscú expulsaron observadores electorales independientes de los centros de votación (sin definir cuántos) e incluso que detuvieron a uno.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que los resultados constituyen una muestra de apoyo a la operación militar de Rusia en Ucrania.
La Unión Europea (UE) destacó la “ilegalidad” de las elecciones locales organizadas por Rusia en la península de Crimea y la ciudad de Sebastopol, territorios de Ucrania anexionados ilegalmente, según se sostiene desde la instancia regional, e insistió en que ninguna persona elegida en esos comicios puede representar a sus poblaciones.