El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró este viernes la primera etapa constructiva de la Refinería Olmeca-Dos Bocas, en Paraíso, estado de Tabasco.
La refinería representa el proyecto emblema del mandatario, a cuatro años de su victoria electoral en un país gobernado siempre por políticos de derecha.
“Ya es un sueño convertido en realidad”, aseveró López Obrador durante el acto de inauguración.
Se prevé que la instalación procese 340.000 barriles diarios de petróleo crudo tipo Maya. A partir de ellos, producirá 170.000 barriles de gasolina y 120.000 de diésel, objetivos de producción concebidos para 2023.
El Gobierno espera que la producción de Olmeca-Dos Bocas reduzca la dependencia energética del país y genere autosuficiencia en la producción de gasolina y diesel para buscar mejores precios de estos combustibles.
López Obrador dijo que con esto se cambia la dinámica de vender crudo e importar gasolina, pues se persigue la política petrolera de dejar de exportar crudo y, con ello, producir todos los combustibles de la demanda nacional a partir de 2023.
Con la puesta en marcha de esta instalación, se busca modernizar las otras refinerías en varios estados del país.
La refinería, de 566 hectáreas, está ubicada junto a la Sonda de Campeche, donde se produce el 80% del crudo mexicano.
Olmeca-Dos Bocas contará con más de 90.000 equipos y dispone de 17 plantas de proceso y un área de almacenamiento (donde se ubican 92 tanques, de ellos 58 para gasolina y diésel).
La instalación tiene un costo de entre 11 y 12 millones de dólares, por encima de los ocho millones que costaría hace tres años, cuando arrancó la obra.
AMLO insistió en que la refinería Olmeca-Dos Bocas, en su estado natal de Tabasco, “fue el mejor sitio” para construirla, pues explicó que ya se contaba con una terminal de Pemex y que no hubo necesidad de invertir en más infraestructura.
La inauguración de Olmeca-Dos Bocas es parte de la lista de logros de López Obrador y de su proyecto de autosuficiencia energética. También la refinería de Texas, adquirida de manera formal en enero de este año, ha dejado insumos por 400 millones de dólares.
