El presidente de Rusia, Vladímir Putin, viajó al Extremo Oriente de su país para presenciar las maniobras militares Vostok-2022 en las que participa el ejército local y sus similares de China, India, Bielorrusia, Siria, Kazajistán, Azerbaiyán y Armenia.
Acompañado del ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, y el jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, Valeri Guerásimov, observó los ejercicios desde el puesto de mando en el campo de entrenamiento de Serguéyevski.
Según la información de Moscú, el ejercicio involucra más de 50 mil efectivos, 5 mil unidades blindadas, 140 aviones y 60 navíos y será clausurado este miércoles.
A pesar de la polvareda mediática en Occidente, estos ejercicios han sido más bien tímidos con respecto a años anteriores.
Las anteriores maniobras Vostok -realizadas en septiembre de 2018- contaron con la participación de casi 300 mil soldados, 36 mil tanques, más de mil aviones y 80 navíos de guerra. De hecho, OTAN subrayó entonces que constituyeron “la preparación de las tropas rusas para un conflicto a gran escala”.
Cabe destacar que la Secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, criticó las maniobras: “es preocupante para Washington que, mientras Moscú libra la guerra contra Ucrania, hay países que participan en maniobras rusas”.
Lo cierto es que, salvo Bielorrusia, ninguno de los Estados implicados en los ejercicios Vostok-2022 ha enviado fuerzas ni material bélico para luchar contra Ucrania, ni siquiera Siria.
La visita al Extremo Oriente ruso de Putin continuará en la ciudad portuaria de Vladivostok para tomar parte en el Foro Económico Oriental.
Este cónclave abrió sus puertas el lunes y en su sesión plenaria, además del presidente ruso, estará el jefe del Legislativo chino, Li Zhanshu, número tres en la jerarquía del Estado de su país.
En el marco del Foro de Vladivostok, el jefe del Kremlin tiene previsto reunirse también con el jefe de la junta militar de Birmania, Min Aug Hlaing.