En 2023, Khedidja Teape, una madre del suroeste de Londres, y su pareja, Shawn Ayton, esperaban gemelos. “Fue una gran sorpresa, pero estábamos emocionados de ampliar nuestra hermosa familia”, relató Teape al diario londinense ‘The Sun’. Sin embargo gracias a una sepsis perdió sus extremidades tras dar a luz a sus bebés.
La familia estaba entusiasmada y planearon un baby shower cuando faltaban tres semanas para el parto. “Estaba ansiosa y emocionada por la llegada de los gemelos”, añadió Teape.
Teape tuvo un parto lento y natural en el Hospital St George’s de Londres, donde dio a luz a sus gemelos, quienes recibieron un certificado de buena salud. “Nunca me había sentido tan orgullosa al tener a mis nuevos bebés en brazos”, dijo al medio.
Sin embargo, la alegría se tornó en angustia cuando comenzó a experimentar inusuales dolores de estómago.
El Inicio de los problemas
Ese mismo día, Teape fue dada de alta e inició los cuidados de sus recién nacidos. Aprovechando la visita de las parteras, les comentó sobre sus dolores de estómago.
“Les dije que todavía me dolía el estómago y que no me sentía bien”, afirmó. Aunque le dieron medicamentos y aseguraron que todo estaba bien, los síntomas empeoraron con vómitos, diarrea y dolores en todo el cuerpo. “No podía comer y experimenté temblores constantes”, confesó.
Pese a las garantías de las parteras, Teape siguió su instinto y llamó a una ambulancia, siendo remitida nuevamente al hospital donde nacieron sus hijos.
Su estado se agravó con un ritmo cardiaco alto y presión arterial baja, llevando a la pérdida de conocimiento. “Terminé en cuidados intensivos y los médicos supusieron que tenía una inflamación en la herida por haber tenido bebés”, aseguró Teape.
La lucha contra la sepsis
Khedidja Teape fue diagnosticada con sepsis posparto, una grave infección que puede afectar al útero, riñones y vejiga. Los especialistas se enfrentaron a una difícil decisión: amputarle las extremidades para salvar su vida.
“Les rogué que no lo hicieran y que primero vieran cuánto sanaba, pero dijeron que no tenían otra opción porque la piel estaba muerta”, relató Teape.
Finalmente, firmó los papeles de consentimiento y le amputaron las piernas, una mano y algunos dedos de la otra. A partir de ahí, inició un arduo proceso de tratamientos, entrenamientos y adaptación a su nuevo cuerpo.
Una Inspiradora Recuperación
Después de casi cuatro meses en el centro, Khedidja Teape pudo regresar a casa.
“Ahora puedo caminar de forma independiente y lo estoy haciendo de maravilla. Mis gemelos están sanos y felices y tienen un año. Incluso puedo llevarlos ahora en el hueco de mi brazo”, afirmó Teape.
Su historia es un testimonio de resiliencia y valentía, mostrando que, incluso en las circunstancias más difíciles, es posible encontrar la fuerza para seguir adelante y disfrutar de la vida con su familia.