La presidenta de Perú, Dina Boluarte, informó que a partir de este domingo, se extiende por un mes, el estado de emergencia en las regiones de Lima, Cuzco, Puno y El Callao debido a las protestas que exigen un adelanto electoral y la renuncia de la mandataria, que en las últimas semanas se han cobrado al menos 42 vidas.
La medida también se extiende en las provincias de Andahuaylas, Tampopara y Tahuamanu, Mariscal Nieto y el distrito de Torata así como en cinco carreteras nacionales.
El decreto, publicado en la Gaceta Oficial cerca de la medianoche del sábado, indica que “quedan suspendidos los derechos constitucionales relativos a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales”.
Con la extensión de esta medida, se autoriza a las fuerzas militares a intervenir junto a la Policía para “resguardar” el orden público sin orden judicial previa. Además, establece que, a partir de este 15 de enero, habrá una “inmovilización social obligatoria, entre las 20:00 y las 4:00” en la región de Puno, uno de los epicentros de las protestas antigubernamentales.
Desde principios de diciembre de 2022, tras la destitución del expresidente del país, Pedro Castillo, y su intento de disolver el Congreso, el país suramericano ha vivido fuertes protestas lideradas por movimientos sociales quienes exigen la renuncia de Boluarte, la celebración de nuevas elecciones presidenciales y la liberación inmediata de ex presidente Pedro Castillo.
Hasta el momento 49 personas han perdido la vida, 21 de ellas en esta semana, la mayoría de ellos en la región de Puno, además de centenares de lesionados y detenidos por la fuerte represión de los cuerpos de seguridad.
En un mensaje a la nación el pasado 13 de enero, la jefa de Estado pidió perdón por las víctimas por las recientes movilizaciones.
“No puedo dejar de reiterar mi pesar por las muertes de peruanas y peruanos en los actos de protesta, tanto de nuestros compatriotas civiles como del valeroso policía que perdió la vida de manera infausta. Pido perdón por esta situación y por lo que no se haya dejado de hacer para evitar esos acontecimientos trágicos”, expresó la mandataria.
Sin embargo, negó que vaya a renunciar al cargo, como reclaman varios grupos que protestan en su contra.
“No voy a renunciar. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la patria”, aseguró Boluarte.
A juicio de la mandataria, quienes piden su dimisión son “algunas voces que salen de los violentistas y radicales” y que están “azuzando a la población al caos, el desorden y los destrozos”.