Los trastornos del sueño, mejor conocidos como ‘pesadillas’, suelen estar relacionados con los hábitos alimenticios en las horas previas al descanso.
Una de las recomendaciones para tener un sueño reparador, sin pesadillas tormentosas, es comer en la brecha horaria que oscila entre las 6:00pm y las 8:00pm.
Además, una ingesta calórica a altas horas de la noche puede producir enfermedades gastrointestinales, problemas para la digestión y un incremento de peso.
¿Cuáles son los alimentos que debes evitar en la cena?
- Pan: Produce altos picos altos de azúcar en la sangre, causa un desgaste de insulina y aumenta los problemas de glucemia.
- Carnes rojas: Aumenta el riesgo de ataques cardiacos, diabetes, algunos tipos de cáncer.
- Café: Causa insomnio, ansiedad, estrés y agitación.
- Chocolate: Dificulta el proceso digestivo, y evita conciliar el sueño.
- Salsas picantes: Causan irritación en la mucosa del estómago, que aumenta la tendencia a sufrir digestiones pesadas.
- Helado: Debido a la cantidad de azúcar, dificulta conciliar el sueño y altera el metabolismo.
- Alcohol: Altera los ritmos circadianos y provoca sueños intranquilos
¿Qué alimentos debemos consumir antes de ir a la cama?
Las recomendaciones son sencillas, debes comer ligero una tres horas antes de ir a dormir, y lo puedes acompañar con una infusión, como parte de tu ritual diario para consolidar un sueño profundo y reparador.
Si tus pesadillas son muy intensas, quizás no tienes suficiente magnesio en tu sistema. Este nutriente ayuda a que tus sueños no sean tan fuertes y reduce la probabilidad de que tengas una pesadilla.
El aguacate, la espinaca, y el repollo son fuentes de magnesio. También debes evitar el queso antes de dormir ya que tiene una endorfina llamada péptido opioide que puede estimular tu imaginación.