El recién juramentado presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que eliminará más de 120 cargos de la Presidencia de la República, entre asesores y consejerías.
Según comentó, generan un gasto innecesario para el Estado en tareas que pueden asumir diferentes áreas de los ministerios ya existentes. Adicionalmente, el mandatario también dio la orden de eliminar todo gasto suntuario o superfluo.
Por su parte, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Mauricio Lizcano, acotó que iniciará una profunda reforma al funcionamiento de la Casa de Nariño; entre las primeras medidas, destaca que los asesores de las consejerías deberán devolver las camionetas a la Unidad Nacional de Protección (UNP).
“Vamos a buscar, identificar y cancelar a quienes tengan más de 2, 3 o 4 contratos con el Estado”, dijo. La idea es que exista una reducción en los costos y para eso esperan disminuir hasta 50% el número de contratistas del palacion presidencial.
Ya anteriormente, en su cuenta de Twitter, el presidente Petro informó que había dado la orden en consejo de ministros de “desmantelar todas las nóminas paralelas que existan en las entidades públicas”.
Cambios de entrada
Tal y como lo prometió en campaña, el nuevo mandatario colombiano empezó con reformas que ya generan altas expectativas por lo inmediato de su aplicación.
“Puso reparos a los saludos protocolarios, recortará la burocracia y hará que la ciudadanía pueda acercarse a la hoy cerrada Casa de Nariño”, destaca la prensa de la nación suramericana.
No es un dato menor que en la Casa de Nariño se cambió el busto de Antonio Nariño en la entrada principal por la espada de Bolívar.
Antes de tomar posesión, Petro ya había hecho hincapié en que el poder “deforma la realidad” y enfatizó que “el poder real está fuera del Palacio presidencial”.