Entre la frontera de México y Estados Unidos se encuentra un río llamado Bravo, una gran expansión de agua en la cual aficionados acostumbran a pescar porque se puede conseguir una de las especies más grandes de peces de agua dulce: el aligátor man, o mejor conocido como catán.
Una de las características de este pez es que alcanza los tres metros de largo y pesa hasta 300 kilos. Es considerado el segundo pez más grande de Norteamérica y desde su primer avistamiento -hace 157 millones de años- ha sido objetivo de la pesca deportiva.
Alejandro Guerra, un pescador que desde hace 30 años está tras la búsqueda de los catanes, explicó que el ejemplar más grande que ha logrado capturar mide 2.4 metros de largo. También comentó que la mayoría de sus compañeros prefiere salir de pesca en verano porque por la temporada de calor hay más variedad de especies en el río.
¿Podría ser peligroso?
El pez catán es inofensivo a pesar de su aspecto y tamaño y actualmente no se tienen registros de ataques contra el ser humano. Esta especie no captura a sus presas con los dientes, sino que succiona el alimento.
Aunque las autoridades de México han recomendado no atacar ni cazar al animal ya que esto podría poner en peligro su existencia en el Río Bravo, en los torneos de pesca profesional es recurrente observar cómo las personas no siguen las instrucciones y provocan la muerte del animal.
Al no ser peligroso para los humanos, estos los cazan con más facilidad, por ocio y alimento, pues con él se realiza chicharrón u otro tipo de guisados porque tiene mucha carne sabrosa.