Este martes la Policía Federal de Brasil acusó formalmente al expresidente Jair Bolsonaro, de asociación criminal y de falsificar sus datos de vacunación contra el covid-19.
La Corte Suprema publicó la acusación policial en la que señalan a Bolsonaro y otras 16 personas de insertar información falsa en los datos de salud pública.
Bolsonaro y sus colaboradores alteraron sus registros de vacunación con el fin de «emitir sus respectivos certificados y usarlos para burlar las restricciones de salud vigentes», dijo el detective de la policía Fábio Alvares Shor.
«La investigación halló varias inserciones entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022, y también muchas acciones con uso de documentos fraudulentos», afirmó Shor.
Bolsonaro fue uno de los pocos presidentes que se opuso a la vacuna, menospreciaba las restricciones sanitarias e invitaba a las personas a seguir su ejemplo. El exmandatario calificaba al virus como una «gripezinha»
Un estudio señala que entre 2020 y 2021 se produjeron unos 14,83 millones de muertes asociadas al covid-19 en todo el mundo.
Ahora la decisión quedará en manos de la oficina del procurador general, que tendrá la última palabra para decidir si presentan cargos contra Bolsonaro ante el Supremo Tribunal Federal.
El abogado de Bolsonaro, Fábio Wajngarten, calificó la acusación de «absurda» y dijo que no tenía acceso a ella.
«Cuando era presidente, estaba totalmente exonerado de mostrar certificado alguno en sus viajes. Esta es una persecución política y un intento de desconocer el enorme capital político que ha crecido», dijo Wajngarten.
El expresidente se negó a hacer comentario sobra esta acusación en la comparecencia de mayo en 2023.
Bolsonaro necesitaba un certificado de vacunación para entrar a EEUU, donde permaneció durante los últimos días de su mandato y los primeros meses del periodo de Lula.