La reciente ruptura de Rosalía y Rauw Alejandro. y antes la de Shakira y Piqué -con sus correspondientes fases de «luto»- hace que salte la pregunta: ¿por qué nos afecta tanto que las parejas de famosos se separen si ni siquiera los conocemos?
Lo que en Estados Unidos se conoce como celebrity culture (cultura de la celebridad) nació hace ya un par de siglos, cuando los nuevo-ricos de la época se esforzaban por aparecer en las columnas de sociedad. En las últimas décadas, no obstante, la curiosidad morbosa ha adquirido dimensiones colosales, explicó la revista Vogue.
«La exposición es constante: programas televisivos semanales y revistas de publicación periódica dieron paso a blogs y realities, proporcionándonos así dosis más altas, frecuentes y crudas de intimidad ajena. El estadio final de esta progresión han sido las redes sociales, canales de comunicación directa entre el famoso y su público.
Las relaciones parasociales son «conexiones imaginarias o ilusorias que los individuos establecen con personajes ficticios o celebridades, sin que haya una interacción real». En el fragor de la batalla (dar nuestra opinión), tendemos a olvidar una verdad sencilla: no conocemos a estas personas. Tuiteamos sobre sus divorcios, elegimos bando, emitimos juicios categóricos, pero, si somos sinceros, no sabemos nada.
«Rosalía y Rauw fueron generosos (o a lo mejor inconscientes) y nos regalaron un atisbo a su privacidad. Más bien, nos regalaron un collage, un conjunto de imágenes y sonidos y versos diseñado para reflejar una idea de su privacidad», subrayó la revista.
Finalmente, el popular magazine que Rosalía y Rauw son solo una mujer y un hombre que, «como tú y como yo y tantas mujeres y tantos hombres antes que ellos, se encontraron y crearon un vínculo imperfecto». Precioso, seguro, pero imperfecto.
La recomendación: opongamos resistencia a los cantos de sirena, escapemos de las fantasías que nos atrapan y centremos nuestra atención en hacer de nuestra vida, pequeñita pero nuestra, una que merezca la pena ser vivida.