El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, envió por tercera vez la despenalización de la eutanasia al Tribunal Constitucional para que este verifique si la nueva versión de la ley cumple con las exigencias jurídicas. Tal acción resulta un bloqueo a la ley ejercida por un católico practicante y militante como lo es el pdte. de Sousa, considerado incluso el político mejor valorado del país.

"La certeza y la seguridad jurídica son esenciales en el dominio central de los derechos, libertades y garantías", comentó el jefe de Estado, que recordó que el Constitucional ya exigió varios cambios a una versión anterior de la ley en 2021.

La decisión del bloqueo fue anunciada este miércoles en la página de Presidencia, la cual solicitó al Constitucional la ‘’fiscalización preventiva’’ de la ley, aprobada el 9 de diciembre de 2022 por el Parlamento.

Debido a esta modificación del órgano político, Rebelo de Sousa desea que el tribunal asegure que esta nueva norma cumple con lo exigido.

Tercer bloqueo

El Parlamento luso aprobó en diciembre por tercera vez la despenalización de la eutanasia en la región, luego que dos normas previas no funcionaran debido a que el presidente las detuvo.

Una primera versión de la norma fue aprobada por el órgano en enero de 2021, sin embargo, el mandatario la envió directamente al Constitucional, que lo rechazó por considerar que empleaba conceptos ‘’imprecisos’ aunque, el Tribunal defendió que la muerte médicamente asistida en sí no es inconstitucional, por lo que abrió la posibilidad de una nueva tramitación parlamentaria.

La Cámara parlamentaria aprobó nuevamente la ley en noviembre de 2022 con algunas correcciones y agregó un artículo para definir algunos términos, como los de muerte médicamente asistida, enfermedad grave incurable, lesión definitiva de gravedad extrema o sufrimiento.

En esa oportunidad, el mandatario se opuso a través de un veto político debido a que tenía ‘’contradicciones’’ sobre las situaciones a las que la eutanasia sería aplicada, por lo que devolvió el documento al Parlamento.

La Cámara logró sacar el documento adelante en diciembre tras una larga tramitación que sufrió varios aplazamientos.

La nueva ley

El texto aprobado en diciembre de 2022 define a la muerte médicamente asistida como la que ‘’ocurre por decisión propia’’ de una persona ‘’en el ejercicio de su derecho fundamental de autodeterminación’’ y cuando es ‘’practicada o ayudada por un profesional de la salud’’.

Además, se aplicará en casos de mayores de edad con ‘’sufrimiento de gran intensidad, con lesión definitiva de gravedad extrema o enfermedad grave e incurable’’. Mientras que marca un plazo mínimo de dos meses desde el inicio del proceso y el fallecimiento médicamente asistido y establece el acompañamiento psicológico obligatorio para el enfermo.